La tasa de mortalidad de la capital de China, Beijing, superó a la de natalidad en 2022, según datos oficiales publicados el martes, lo que sitúa el crecimiento natural de la población en terreno negativo por primera vez desde 2003.
La tasa de mortalidad en la ciudad de 21,84 millones de habitantes, uno de los centros urbanos más poblados del país, ascendió a 5,72 muertes por cada 1.000 habitantes, mientras que la de natalidad descendió a 5,67 nacimientos por cada 1.000 habitantes, mostraron las estadísticas oficiales publicadas por el Gobierno de Beijing.
El descenso de la población de estuvo en consonancia con la tendencia nacional, ya que la población china disminuyó en 2022 por primera vez en seis décadas, lastrada por el aumento del costo de la vida, especialmente en las grandes ciudades en expansión como Beijing, el débil crecimiento económico y el cambio de actitud respecto a la formación de una familia.
A principios de diciembre, el levantamiento en todo el país de las estrictas restricciones relacionadas al Covid-19 desencadenó una oleada de infecciones y causó un número indeterminado de muertes.
El crecimiento natural de la población de Beijing fue de menos 0,05 por cada 1.000 habitantes el año pasado.
Los datos se basan en una encuesta por muestreo que comenzó el 1 de noviembre, según una nota a pie de página del comunicado, que no especifica cuánto tiempo duró.
La tasa de natalidad de China el año pasado fue de 6,77 nacimientos por cada 1.000 personas, la más baja registrada, mientras que la tasa de mortalidad del país, la más alta desde 1974, fue de 7,37 muertes por cada 1.000 personas.