El rey Carlos III de Reino Unido y su esposa, la reina Camila, iniciaron este miércoles una visita de Estado de tres días a Francia, después de que en marzo tuviesen que cancelar a última hora el viaje previsto por la escalada de protestas en contra de la reforma de las pensiones del gobierno del Presidente Emmanuel Macron.
El matrimonio aterrizó en el aeropuerto de Orly, a las afueras de París, donde esperaba a pie de pista la primera ministra, Élisabeth Borne. La agenda oficial incluye paradas en la capital, pero también en Versalles, Saint-Denis y la región de Burdeos.
“Bienvenido, Su Majestad”, publicó Macron en sus redes sociales, junto a un video que muestra imágenes de antiguas visitas del monarca británico en su etapa como príncipe de Gales. De hecho, Carlos III había elegido Francia como primera visita oficial al exterior como rey, pero las protestas cambiaron los planes.
Carlos y Camila fueron recibidos calurosamente por Macron y su esposa, Brigitte Macron, en el Arco de Triunfo en medio del sonido ensordecedor de una banda militar que tocaba los himnos nacionales de Gran Bretaña y Francia, indicó The Telegraph.
Mientras el rey era escoltado por el presidente para inspeccionar a los soldados, la reina entabló una afectuosa conversación con la primera dama francesa.
Después de la inspección de la guardia, Carlos III y Macron se dirigieron a la base, la pieza central del Arco de Triunfo, donde se detuvieron en la Tumba del Soldado Desconocido.
Ambos se inclinaron en silencio ante la llama eterna bajo el monumento a los caídos, antes de depositar juntos una corona de flores en homenaje a los que perecieron en la Primera y la Segunda Guerra Mundial.
Enclavado en el arreglo floral de rosas blancas y rojas, el rey colocó una tarjeta manuscrita con: “En el recuerdo eterno”, escrito en inglés y francés.
Después sonó el toque de corneta “Aux Morts”, el equivalente francés de ‘El último mensaje’, que significa “a los muertos”, seguido de un minuto de silencio. Tras los himnos, la Patrulla de Francia y las Flechas Rojas realizaron un sobrevuelo sobre los Campos Elíseos.
Posteriormente, ambos viajaron a bordo de un descapotable Citröen DS7 por los Campos Elíseos para una audiencia oficial en el Palacio, que incluyó un intercambio de regalos. Carlos le entregó a Macron un álbum de fotografías que contiene imágenes de ambos. También le dio una edición completa de los escritos del autor francés Voltaire, que incluyen las Cartas Inglesas.
Los trabajos fueron editados por el profesor Nicholas Cronk, director de la Fundación Voltaire y destacado académico británico en la Universidad de Oxford. Las obras iniciadas en 1968, compuestas por 205 volúmenes, no se terminaron hasta abril de 2022.
A cambio, Macron le dio al rey una moneda de oro de la Monnaie de París con el retrato de Carlos.
También le regaló una novela francesa premiada en la primera edición: la novela Les Racines du ciel (Las raíces del cielo) de Romain Gary, que ganó el Prix Goncourt, el premio literario más importante de Francia, en 1956.
Una vez terminado el intercambio de regalos, Carlos y Macron caminaron desde el Palacio del Elíseo hasta la residencia del embajador británico en la Rue du Faubourg Saint-Honoré. En el trayecto Carlos fue recibido con gritos de “viva el rey” desde los balcones de París.
Dentro de la residencia, el rey y el presidente se reunieron con el personal y sus familias y plantaron un árbol en el jardín, siguiendo una larga tradición iniciada por Isabel II, indicó el diario The Telegraph.
En una señal de la calidez de su relación, Macron le había regalado al rey el roble joven de su finca de Versalles y quería unirse a él en el momento ceremonial. El jardín ya cuenta con cinco árboles plantados por la realeza británica, incluidos tres de la difunta monarca.
Según la cadena BBC, Carlos ha visitado Francia más de 30 veces cuando era príncipe de Gales, ya sea para asistir a eventos que van desde el festival de cine de Cannes hasta inauguraciones de exposiciones de arte y monumentos conmemorativos de la Segunda Guerra Mundial.
El viaje se considera una oportunidad para reconstruir los lazos que se han desgastado desde la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea en 2020.
Carlos y Camila hicieron su primera visita oficial conjunta a Francia en 2016, cuando asistieron a una conmemoración del centenario de la Batalla del Somme.
Al término de la primera jornada, Carlos y Camila participaron de un banquete de Estado celebrado en el Palacio de Versalles con 150 invitados, el que estaba repleto de figuras de alto perfil tanto francesas como británicas, entre ellos el cantante Mick Jagger, el actor Hugh Grant, las actrices Charlotte Gainsbourg y Emma Mackey, el escritor Ken Follet y el futbolista Didier Drogba.
La cena, con langosta azul, ave de corral de Bresse y “macaron” a la rosa como postre, tendría lugar en la Galería de los Espejos, donde Isabel II ya fue agasajada durante un almuerzo en 1957. La difunta reina volvió a Versalles en 1972.
El rey y la reina tienen previsto realizar una ajetreada gira en el que Carlos, de 74 años, se convertirá en el primer monarca británico en pronunciar un discurso dentro de la Cámara del Senado de Francia.
El Ministerio del Interior confirmó la movilización de 8.000 policías y gendarmes para garantizar la seguridad de los reyes en todas sus escalas, explicó una portavoz ministerial a BFM TV.