El día sábado, Carola Rackete (31), una joven alemana fue arrestada por llevar una embarcación con cerca de 40 migrantes que habrían naufragado hacia el puerto de Lampedusa (Italia) a pesar de no contar con autorización.

El ministro del Interior, Matteo Salvini, acusó a la mujer de haber cometido "un acto de guerra" al desembarcar en las costas de ese país e incluso señaló que Rackete  intentó hundir una lancha con policías a bordo para poder llegar a territorio italiano.

"Dice que 'estamos salvando vidas', pero se arriesgaron a matar a seres humanos que están haciendo su trabajo", sentenció Salvini.

Rackete, es voluntaria de la ONG Sea Watch. Una organización que se dedica a rescatar migrantes que naufragan en el Mediterráneo y llevarlos a tierra firma para que puedan comenzar su nueva vida en el extranjero.

Estudió ciencias ambientales en una universidad de Reino Unido y ha participado de expediciones junto a Greenpeace.  

La capitana del barco Sea Watch 3, encontró el 30 de junio una embarcación de madera que provenía de Libia; en ella iban cuarenta personas, entre ellas tres mujeres embarazadas y cuatro lactantes. De acuerdo a la ONG los tripulantes habían iniciado su viaje hace tres días cuando fueron ayudados por Rackete.

https://twitter.com/seawatch_intl/status/1145305402604756993

La joven no dudó en ayudar al grupo y los traslado hacia la costa italiana, donde el gobierno le negó la autorización para desembarcar. Fue entonces que la mujer decidió -como anunció en su cuenta de Twitter- ingresar "al puerto, que es gratis por la noche, por mi cuenta".

Una medida que fue aplaudida por el presidente Sea Watch, Johannes Bayer, quien aseguró estar orgullosa de la voluntaria. "Estamos orgullosos de nuestra capitana, ella hizo lo correcto. Ella defendió la ley del mar y llevó a la gente a un lugar seguro".

https://twitter.com/seawatch_intl/status/1144760012839018496

Al tocar territorio italiano fue detenida por las autoridades y puesta a disposición de la justicia por "resistencia o violencia contra un buque de guerra", cargo por el que arriesga hasta 10 años de cárcel. También están investigando si la mujer tiene relación con "tráfico ilegal de personas". 

Desde el año pasado, el gobierno italiano impuso penas y multas para quienes trasladen migrantes y ha cerrado varios de sus puertos para evitar que se produzcan estos tipos de situaciones. La legislación impone condenas de hasta 15 años de cárcel y la imposición de un pago de cerca de 50 mil euros. 

Por ahora, Rackete se encuentra con arresto domiciliario en Lampedusa, mientras la justicia resuelve la situación de la joven voluntaria.