Horas antes de que la Conferencia Episcopal de Chile admitiera no haber hecho "lo suficiente" en el caso del obispo Juan Barros, tras recibir una carta en la que el Papa pedía perdón por sus "graves equivocaciones de valoración" del caso, el Pontífice participó en Roma en diversas actividades durante la audiencia general de los miércoles.
En presencia de medio centenar de personas, Francisco bendijo un auto eléctrico de competencia Fórmula E, antes de celebrar la tradicional audiencia general. Luego, la delegación completa del Campeonato Mundial de Automovilismo de Fórmula E participó del encuentro, en la Plaza San Pedro. El sábado se celebrará por primera vez una carrera de Fórmula E en Roma, sobre un trazado de 2,8 km en el sur de la capital.
Asimismo, el Pontífice saludó ayer, tras finalizar el recorrido a bordo del Papamóvil, a tres peregrinos del Tirol del sur que llegaron a Roma montados en sus llamas. Jorge Bergoglio también saludó a los animales - Buffon, Shaquiri y Tiento-, que desde el martes llamaron la atención de la gente, en su recorrido por Roma.
Pero, sin duda, el hecho que marcó la jornada en el Vaticano fue la carta que el Papa envió a los obispos de la Iglesia Católica chilena en la que admite "graves errores" por el escándalo de abuso sexual en el país, pide perdón y convoca a todos los prelados chilenos a Roma.
La noticia tuvo amplia cobertura en la prensa internacional. Así, por ejemplo, el diario español El País destacó que el Pontífice había admitido haberse equivocado "gravemente" valorando los abusos a menores en Chile. "Francisco siente 'vergüenza' y 'dolor' por las conclusiones de una investigación con 64 víctimas de curas pederastas", comentó el periódico de Madrid.
En Italia, el portal Vatican Insider, del diario La Stampa, tituló con una categórica frase del Papa a raíz del escándalo en Chile: "He cometido serios errores de evaluación. Muchas vidas crucificadas por el abuso". Según el artículo escrito por Andrea Tornielli, director del portal y uno de los vaticanistas más cercanos a Jorge Bergoglio, además de recibir a las principales víctimas de (el sacerdote Fernando) Karadima y de convocar a los obispos al Vaticano, "dos cosas son evidentes: la primera es que los testimonios recogidos por (el enviado papal, Charles) Scicluna presentaron a Francisco una realidad muy diferente de la que él había conocido a través de la información recibida del episcopado. El segundo es que nada será como antes en la Iglesia de Chile".
En España, el portal Religión Digital también se centró en el pedido de perdón de Francisco a las víctimas del obispo de Osorno, Juan Barros, destacando en su titular la frase en la que el Papa asegura haber "incurrido en graves equivocaciones de valoración y percepción".
Por su parte, bajo el título "El Papa Francisco admite 'errores graves' en el escándalo de abusos sexuales en Chile", el diario argentino Clarín también abordó la difusión de la carta del Pontífice. Según el periódico, "hace unas semanas el Papa defendió a Barros, a pesar de que muchas víctimas relataron que el cura chileno fue testigo de los abusos y no hizo nada al respecto".
Mientras, CNN destacó los "grave errores" en el manejo del escándalo de abusos sexuales en Chile y la BBC se refirió a la invitación al Vaticano que el Papa hizo a las víctimas. En medio de la amplia cobertura dada al tema en la prensa internacional, el semanario estadounidense National Catholic Reporter recordó que la carta es consecuencia de lo sucedido durante la visita del Papa a Chile, a la que califica como "el peor viaje" de su papado.