Una carta en los archivos del Vaticano sugiere que el Papa Pío XII conocía los campos de exterminio nazis ya en 1942, el último descubrimiento sobre la controvertida cuestión de si el pontífice en tiempos de guerra debería haber dicho o hecho más para oponerse al Holocausto.
La carta, de un sacerdote alemán antinazi al secretario privado de Pío en diciembre de 1942, se refiere a los campos de exterminio de Auschwitz y Belzec en la Polonia ocupada por los alemanes y describe los crematorios de este último, donde hasta 6.000 personas “mueren cada día, especialmente polacos y judíos”.
Un archivero del Vaticano, Giovanni Coco, encontró el documento, que el Vaticano publicará a finales de este mes en un libro académico sobre el pontificado de Pío. La carta, publicada anteriormente por el diario italiano Corriere della Sera, es un elemento importante en el largo debate sobre el silencio de Pío sobre el genocidio nazi de los judíos.
Pío hizo referencias públicas indirectas a las atrocidades nazis, especialmente en un discurso radiofónico de Navidad de 1942, donde se refirió a “esos cientos de miles que, sin ninguna culpa por su parte, a veces sólo por su nacionalidad o raza, han sido condenados a muerte o extinción gradual”. Pero no culpó explícitamente a Alemania ni especificó el objetivo de los judíos.
Los defensores de Pío han argumentado que él creía que una denuncia explícita habría empeorado aún más las cosas para los judíos, así como para la Iglesia Católica, y que aprobó los esfuerzos de las autoridades eclesiásticas para esconder y ayudar silenciosamente a los judíos en Italia y otros países europeos.
Los críticos atribuyen varias motivaciones a su negativa a decir más, incluido el temor a represalias nazis contra el personal de la Iglesia y un apego a la práctica de neutralidad del Vaticano en los conflictos internacionales, que, según ellos, no justifican su abdicación de la autoridad moral.
El debate sobre el silencio de Pío se ha prolongado durante seis décadas, desde que el escritor alemán Rolf Hochhuth, en su obra de 1963 “El diputado”, describió al Papa en tiempos de guerra como indiferente al destino de los judíos. Se ha desarrollado en el contexto de los esfuerzos del Vaticano por dialogar con los judíos, incluida una declaración de 1965 del Concilio Vaticano Segundo que repudiaba el antisemitismo y exoneraba al pueblo judío de culpa por la muerte de Cristo.
Para complicar tales esfuerzos ha estado el proceso de evaluación de la santidad de Pío, quien murió en 1958. El Papa Benedicto XVI reconoció las “virtudes heroicas” de Pío, un paso clave en el proceso de canonización, en 2009.
El Papa Francisco abrió los archivos del Vaticano sobre el pontificado de Pío en 2020, ocho años antes de lo habitual para los papas fallecidos, pero las restricciones relacionadas con la pandemia inicialmente limitaron el acceso de los académicos.
El próximo mes, una conferencia académica patrocinada por el Vaticano en Roma contará con investigadores de ambos lados del debate sobre la postura de Pío en tiempos de guerra. En el evento también hablarán el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano, y el rabino Riccardo Di Segni, rabino jefe de Roma.