A raíz de la detención y investigación en contra la campaña “We build the Wall” dirigida por el exasesor de la Casa Blanca, Steve Bannon, por presunto fraude, el gobierno de Donald Trump descartó que exista vínculo entre el jefe de Estado y el proyecto que buscaba recaudar fondos para la construcción de un muro en la frontera sur de EE.UU.

“El presidente Trump siempre ha sentido que el muro debe ser un proyecto del gobierno y que es demasiado grande y complejo para ser manejado en forma privada”, dijo la secretaria de prensa, Kayleigh McEnany, durante un punto de prensa.

En ese sentido ,insistió en que Trump no mantiene relación con el acusado de fraude y lavado de dinero “desde la campaña y la primera parte de la Administración, y no conoce a las personas involucradas en este proyecto”.

Por su parte, Donald Trump señaló que estaba “triste” tras saber que su exasesor estaba siendo investigado por la justicia pero aclaró ha tenido “contacto con él desde hace mucho tiempo”.

La investigación que lleva a cabo la fiscalía de Manhattan acusa a Bannon y otras tres personas, quienes, “cometieron un fraude de cientos de miles de dólares, capitalizando su interés de financiar un muro fronterizo para recaudar millones de dólares, bajo la falsa pretensa de que todo el dinero sería gastado en la construcción”, cuando en realidad parte de éste “fue destinado a financiar el lujoso estilo de vida”, según explicó la fiscal interina del distrito sur de Nueva York, Audrey Strauss.

Además de Bannon son indagados Brian Kolfage, Andrew Badolato y Timothy Shea. Los acusados enfrentan los cargos conspiración para cometer fraude electrónico y conspiración para cometer lavado de dinero, arriesgando un total de 20 años de cárcel.

La cuestionada campaña virtual “We build the Wall” recaudó un total de 25 millones de dólares para la construcción del muro en la frontera sur de EE.UU.