El juez Richard Concepción Carhuancho reinició hoy la audiencia de prisión preventiva contra Keiko Fujimori y once de sus colaboradores por la presunta comisión del delito de lavado de activos en una investigación sobre supuestos aportes irregulares a su campaña electoral de 2011 en Perú.

La líder del partido Fuerza Popular llegó hasta el tribunal, en el centro histórico de Lima, acompañada por su esposo, el norteamericano Mark Vito, y su hermana Sachi, mientras un grupo de seguidores le manifestaron su apoyo con banderolas y pancartas.

En la audiencia el juez Concepción Carhuancho tomará una decisión sobre el pedido de prisión para Keiko y sus colabores Pier Figari, Ana Herz, Jaime Yoshiyama, Adriana Tarazona, Carmela Paucará, Jorge Yoshiyama Sasaki, Vicente Silva Checa, Italo Pachas Quiñones, Luis Alberto Mejía Lecca, Giancarlo Bertini y Augusto Bedoya.

La vista judicial se retomó tras haber sido suspendida el domingo para dar un plazo al fiscal José Domingo Pérez para entregar documentos pedidos por los abogados defensores y formular las acusaciones específicas para cada uno de las personas sobre las que pesa un pedido de 36 meses de prisión preventiva.

Durante la noche del martes, Keiko Fujimori ofreció un pronunciamiento en el que pidió al presidente de Perú, Martín Vizcarra, y a las fuerzas políticas de su país el inicio de un diálogo para construir "juntos una agenda de reencuentro nacional".

"Hago este anuncio más allá de lo que pueda ocurrir mañana en la audiencia", remarcó en alusión a que podría ingresar a prisión mientras se sigue investigando la presunta financiación irregular de su campaña en las elecciones presidenciales de 2011.

Enfatizó, al respecto, que quiere "dejar en claro" que "el camino" para concretar su propuesta "es sin condiciones" y lo impulsará con todas sus fuerzas "esté donde esté".

Fujimori, quien hasta la semana pasada ya permaneció durante ocho días con detención preventiva, dijo que esa experiencia la ha "comprometido" en ser "la primera que se compromete en el reencuentro entre todos los sectores políticos" de su país.

A la hija del ex presidente Alberto Fujimori se le imputa la supuesta financiación irregular de su campaña para las elecciones presidenciales de 2011, en las que aparentemente enmascaró grandes donaciones de dinero con múltiples aportes ficticios.

Entre el dinero ocultado puede estar el millón de dólares que la constructora brasileña Odebrecht, protagonista del mayor escándalo de corrupción de la historia de Latinoamérica, afirmó haber entregado en sendas partidas de 500.000 dólares a los exministros fujimoristas Yoshiyama y Bedoya.