Oscar Centeno, el chofer que apuntó en cuadernos los detalles del presunto reparto de sobornos a exmiembros de los Gobiernos kirchneristas (2003-2015), declaró ante la Justicia que quemó las libretas originales, que la policía buscaba porque los papeles que aparecieron son copias.
Así lo dijo Centeno en su declaración frente al juez Claudio Bonadio el viernes, al cambiar su versión original para indicar que los quemó en la parrilla de su casa cerca del mes de mayo de este año, informó hoy el diario argentino "La Nación", que citó fuentes presentes en la audiencia entre el chófer y el juez.
Después de escucharle en persona, Bonadio le concedió la libertad como testigo protegido a Centeno, quien se presentó como arrepentido ante la justicia argentina.
Al parecer, durante la declaración, el que fuera conductor del exfuncionario público Roberto Baratta, recalcó que lo hizo solo porque los cuadernos le daban ya muchos problemas y un excompañero de trabajo del Ministerio de Planificación le había recomendado que se deshiciera de ellos.
En su primera declaración ante el fiscal Carlos Stornelli, Centeno dijo que todavía tenía los cuadernos originales en su posesión.
Fue su actual mujer la que le recordó después que los había quemado, momento en el que Centeno cayó en la cuenta de que aquello era lo que había sucedido, siempre según la fuente citada por "La Nación".
La expareja de Centeno, Hilda Horovitz, dijo el jueves en una entrevista a la revista Noticias que él guardaba los cuadernos para extorsionar a su jefe, Baratta, por si le despedía.
Más de una docena de personas, entre empresarios y miembros de los ejecutivos kirchneristas, han sido hasta el momento detenidas dentro de este causa, impulsada por la Justicia tras una investigación realizada por periodistas de "La Nación" a cuyas manos llegaron unas libretas presuntamente escritas por Centeno.
En esos cuadernos, el chófer apuntó con detalle durante más de una década los recorridos que hacía con Baratta y otros exmiembros del Gobierno para recaudar millones de dólares, presuntamente destinados a funcionarios con el fin de favorecer la concesión de contratos de obras.
Entre las muchas anotaciones de Centeno aparecen viajes con dinero que presuntamente hizo hasta la residencia presidencial o a la vivienda particular de la familia Kirchner en Buenos Aires.
Por este motivo, Bonadio, que investiga una eventual "asociación ilícita", citó a declarar, entre otros, a la expresidenta argentina Cristina Fernández el 13 de agosto, aunque por el momento no puede ser detenida por ser senadora y contar con inmunidad parlamentaria.