Dominique Pelicot fue el primero en ser oído, y su abogado el primero en alegar. Así que fue él quien, una vez más, tomó la palabra en primer lugar este lunes por la mañana ante el Tribunal Penal de Vaucluse, en Aviñón, Francia.
“Me gustaría empezar saludando la valentía de mi exmujer”, dijo el hombre de 70 años, juzgado por drogar a su esposa con ansiolíticos durante 10 años, de 2011 a 2020, antes de violarla y entregarla a decenas de hombres que reclutaba por internet. “Le ruego a ella, y al resto de mi familia, que por favor acepten mis disculpas”, se dirigió también a su familia. “Les pido perdón. Quería decirles que les quiero”.
Frente a él estaba Gisèle Pelicot, con el rostro impasible de siempre. Pero estas palabras eran muy importantes para Dominique Pelicot, según su abogado, la doctora Zavarro: “Era el último encuentro cara a cara con su familia y su mujer. Quería pedir perdón a su familia en particular. Necesitaba expresar sus sentimientos por lo que había pasado durante tres meses y medio”.
También dio las gracias a su abogada, sin la cual no habría podido sobrevivir. Elogió su humanidad. La Dra. Zavarro espera haber conseguido evitar a Dominique Pelicot 20 años de cárcel: “Espero haber sido escuchada y comprendida. Espero muy sinceramente y muy humildemente que el Tribunal pueda apartarse un poco del máximo legal pronunciado y reclamado por la acusación”.
Principal acusado y su “vergüenza interior”
Sentado en el palco acristalado donde comparece desde el 2 de septiembre con otros 17 acusados detenidos, se reafirmó en haber dicho “toda la verdad” durante las 14 semanas de proceso, lamentando que en ocasiones su actitud “haya podido interpretarse como ligereza”.
Dominique Pelicot afirma ahora que pretende caer en el olvido, refiriéndose a su “vergüenza interior”: “Tengo un caparazón que me he creado, de lo contrario se muere en la cárcel”, prosiguió el hombre que ha sido descrito por varios de los abogados de los coacusados como el “ogro de Mazan”, un “lobo” que supuestamente engañó a sus clientes haciéndoles creer el escenario de una pareja promiscua en el que la esposa fingía estar dormida.
La fiscalía había pedido entre 10 y 18 años de cárcel para 49 de sus coacusados, la mayoría acusados de violación con agravantes, y cuatro años de cárcel para el último acusado, al que sólo se le imputa haber “tocado” a Gisèle Pelicot.
El lunes, Gisèle Pelicot estaba sola en el banquillo de las partes civiles, con uno de sus dos abogados. Ninguno de sus tres hijos había viajado para escuchar las últimas palabras de su padre. Y, como ya es habitual, recibió una gran ovación del público al salir de la sala.
La sentencia se espera para el jueves
Con la última intervención de los acusados, tres meses y medio de procedimiento en un juicio extraordinario llegaron a su fin el lunes por la mañana, a la espera del veredicto: “Por lo tanto, vamos a ir a la sala de deliberación y no saldremos hasta que hayamos tomado una decisión”, anunció el presidente del tribunal, Roger Arata, hacia las 10.15 (hora de París), añadiendo que “el veredicto se pronunciará el jueves a las 9.30″.
Esta fecha “teórica” podría retrasarse al jueves por la tarde o al viernes por la mañana en función de “la duración de nuestras deliberaciones”, añadió inmediatamente el juez.
En cuanto al riesgo de fuga de los 32 acusados que comparecen en libertad, todos ellos condenados a penas de cárcel, ante las peticiones de la Fiscalía, confirmó que efectivamente permanecerán en libertad “hasta que concluyan las deliberaciones”. Pero “están obligados a permanecer disponibles y a comparecer el jueves 19 de diciembre a las 09.00 horas”, insistió.
