A principios de esta semana los tribunales de Mendoza se convirtieron en el escenario del juicio oral contra los sacerdotes Nicola Corradi (83) y Horacio Corbacho (59) y Armando Gómez (49), un administrativo del colegio Antonio Próvolo para niños sordos en Luján de Cuyo, por abuso sexual y maltrato contra al menos 28 menores con discapacidad auditiva, durante 2005 y 2016.
El martes se resolvió posponer hasta el 14 de agosto la audiencia, con el fin de realizar distintas pericias a dos de los tres acusados. Pero el inicio del proceso judicial volvió a poner en la palestra el caso que se dio a conocer en 2016 tras la denuncia de uno de las víctimas, hoy de 19 años.
Gómez, quien comparte acusación con los sacerdotes Corradi y Corbacho, será sometido a "pericias psíquicas y psiquiátricas" para determinar si es consciente de los hechos que se están juzgando o si por el contrario podría ser declarado como inimputable, afirmó el abogado querellante Juan Dantiac.
La posibilidad de que Gómez sea declarado inimputable es algo que, según el letrado, resulta difícil de procesar para las víctimas, de las cuales "alguno lo entiende y a otros les cuesta más".
"Hay que explicarle la paciencia que hay que tener, que no es que se cayó el juicio, que no es que a Gómez lo van declarar inimputable, que hay que respetar estos pasos para que salga un juicio justo y después no sea recusado", agregó Dantiac.
Asimismo se realizarán pruebas al presbítero italiano Corradi, quien padece sordera, con el objetivo de comprobar si comprende o no el lenguaje de signos empleado durante el proceso, después de que este afirmara a otro de los acusados que no entendía las expresiones del intérprete.
El religioso tiene acusaciones de delitos similares en Verona (Italia) en La Plata (Argentina).
Todos los acusados arriesgan penas de hasta 50 años de cárcel.
Videos y nuevas víctimas
Tras la primera denuncia, el Ministerio Público comenzó una investigación que determinó que hay, por lo menos, 45 episodios de abuso sexual y maltrato y 16 víctimas sumaron sus testimonios al trabajo de la fiscalía.
Además fue posible encontrar diversos videos que supuestamente contenían pornografía y registros de los ataques contra los menores.
Uno de los denunciantes contó en su cuenta de Facebook que era manoseado por uno de los sacerdotes todas las noches antes de dormir y detalló algunos de los maltratos que sufrió durante el período que estuvo ahí. "Sentía miedo. No sabía qué hacer. Tenía ganas de llorar y salir corriendo a pedir ayuda. Nos encerraban en un sótano como tres veces una tres horas. Era muy horrible. Había palomas muertas, ratas, arañas y hacía mucho frío".
"Sufrí mucho en esa escuela. Era como ir al infierno", concluyó.
La causa ya tiene como condenado al monaguillo Jorge Bordón (51) quien confesó en septiembre pasado durante un juicio abreviado que fue autor de 11 abusos y tendrá que cumplir diez años de prisión.
Asimismo, también hay imputadas dos monjas detenidas con prisión domiciliaria por el encubrimiento de los abusos sexuales.