Para algunos puede ser un milagro. Para otros una coincidencia. Pero lo importante es que el pasado 11 de abril dieciséis estatuas de cobre fueron desenganchadas de la Torre de Aguja y se salvaron de las llamas que ya consumieron todo el techo de la Catedral de Notre Dame.

Estas estatuas de tres metros de altura, que pesan unos 250 kilos, fueron trasladadas a Périgueux, Dordogne, hasta encontrar su lugar definitivo en la Torre de Agua en 2022.

El trabajo de traslado se realizó con una grúa de más de 100 metros y captó la atención de toda la comunidad.

Estas imágenes que representan a los apóstoles y evangelistas fueron encargadas en 1860, durante la gran restauración de la catedral por Viollet Le Duc.

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Foto: AP. Esta es la cabeza de la estatua que representa a Santo Tomás, preparándose para descender.[/caption]