El Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA) aseguró el miércoles que el personal de la central nuclear de Zaporiyia sigue reponiendo agua para la refrigeración de sus reactores del embalse de Kajovka tras el ataque contra la infraestructura, que ha provocado inundaciones en los alrededores de Jersón.
“El nivel del agua del embalse ha disminuido hasta ahora en alrededor de 2,8 metros desde que se rompió la represa el martes, alcanzando los 14,03 metros a las 18.00 horas (hora local) hoy”, señaló en un comunicado , alertando de si el nivel del agua cae por debajo de los 12,7 metros ya no será posible el bombeo para la central de Zaporiyia.
En este sentido, ha precisado que el personal está reponiendo las reservas de agua en un gran estanque situado al lado de la central nuclear, así como otros tanques más pequeños. “Cuando estén llenas, estas fuentes de agua serán suficientes para proporcionar a la planta el agua que necesita para enfriar sus seis reactores, así como su combustible gastado durante varios meses”, aseguró Grossi.
Si bien el nivel del agua continúa cayendo, la tasa de pérdida se ha reducido ligeramente a entre 5 y 7 centímetros por hora frente a los 11 centímetros que perdía en la víspera. Grossi viajará a la central la próxima semana para evaluar la situación tras los daños causados a la presa.
“Ahora más que nunca, la presencia del OIEA en la central nuclear de Zaporiyia es de vital importancia para ayudar a prevenir el peligro de un accidente nuclear y sus posibles consecuencias para la población y el medioambiente en un momento de mayor actividad militar en la región”, indicó.
Grossi mantuvo en la víspera una conversación telefónica con el presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, en la que “discutieron formas de minimizar los riesgos de seguridad” para la planta, según informó en su perfil de Twitter el mandatario ucraniano.