Cuando la madrugada del 27 de junio de 1973 ya se sabía de la puesta en marcha del golpe de Estado por parte de Juan María Bordaberry, Presidente constitucional entre 1972 y 1973, y de facto hasta 1976, el Senado de Uruguay se preparaba para su última sesión antes de ser clausurado.
“Con mi emoción más intensa, permitirán que antes de retirarme, la sala arroje al rostro de los autores de este atentado el nombre de su más radical e irreconciliable enemigo que será, no tengan la más mínima duda, el vengador de la República. ¡Viva el Partido Nacional!”, clamó el senador Wilson Ferreira Aldunate, quien luego partiría al exilio.
Aquel día iniciaba formalmente una dictadura cívico-militar que duraría 12 años y que dejaría, según la Secretaría de Derechos Humanos del país, un saldo de 192 ciudadanos detenidos desaparecidos. En aquella mañana nublada, recordó el diario El Observador, el edificio amaneció rodeado por tanquetas. Este martes tuvo un tiempo atmosférico similar, con mucha niebla, pero, en cambio, ahora se vio cercado por velas.
En un gesto de remembranza, durante la noche del lunes 26 el Parlamento volvió a reunirse cinco décadas después para recrear aquella situación. “Hace 50 años la dictadura quiso callar a los representantes del pueblo. Hoy queremos ratificar nuestro compromiso democrático desde este Parlamento elegido democráticamente por la ciudadanía. Por ello, todos los partidos políticos quisimos, a 50 años de aquella sesión del Senado, encontrarnos para recordarlos”. Ya no era Ferreira Aldunate quien hablaba, sino la presidenta del Senado, Beatriz Argimón.
La sesión contó con la presencia de todos los presidentes vivos, Julio María Sanguinetti (1985-1990 y 1995-2000), Luis Alberto Lacalle Herrera (1990-1995), José “Pepe” Mujica (2010-2015) y el actual mandatario, Luis Lacalle Pou, y dio inicio de manera institucional a las distintas conmemoraciones por los 50 años del golpe de Estado en Uruguay.
Actividades oficiales
Junto a los parlamentarios y los líderes del Ejecutivo, también estuvieron representantes de todos los partidos políticos y de los tres poderes del Estado, consignó el diario Página/12. Mientras la fachada fue iluminada con una bandera uruguaya y la frase “Por siempre democracia”, en la cúpula del edificio fueron proyectadas imágenes alusivas al momento, pero pocas caras jóvenes se veían entre los presentes, detalló Montevideo Portal. Días antes, decía el diario El País, invitaron a tiktokers para que crearan contenido y así “llegarles a los más jóvenes”. También existieron reparos contra el Presidente Luis Lacalle Pou en los días previos, considerando el especialmente acontecido junio en materia de derechos humanos. Cinco cuerpos fueron identificados como detenidos desaparecidos tras ser encontrados enterrados en predios militares, mientras que los restos de una mujer fueron enviados a Córdoba para su posterior identificación, detalló Página/12.
Por otro lado, el 2 de junio fueron condenados a 12 años y seis meses de prisión dos militares retirados por crímenes de lesa humanidad. Pero quizás el evento más importante a nivel político fue el cumplimiento de una sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en la que el Estado de Uruguay reconoció de manera pública dos hechos en los que actuó de manera ilegítima durante el régimen de facto, detalló el mismo medio.
Sin embargo, en el acto realizado el 15 de este mes, en el que el Estado sí se hizo cargo de su rol en la ejecución extrajudicial de las tres “Muchachas de abril” y otras dos desapariciones forzadas, el mandatario Lacalle Pou no estuvo presente.
“Lamentamos la ausencia del señor presidente de la República Oriental del Uruguay”, dijo en la ocasión Karina Tassino, la representante de las familias de las denominadas “Muchachas de abril”. Para la conmemoración de los 50 años sí estuvo la máxima autoridad de Uruguay. “Es importante que todos los expresidentes estén aquí”, dijo el mandatario, según El País.
“¿A qué hora te vas mañana?”, le preguntó su padre, el expresidente Luis Alberto Lacalle Herrera, durante su llegada al evento en referencia a su agenda para este martes en Cerro Largo. “A las ocho”, respondió Lacalle Pou, según El Observador. “¿Viste la niebla que hay?”, volvió a consultar el exmandatario. La pregunta fue cuasi premonitoria. Finalmente, no se realizó. El viaje, que tenía fines políticos ajenos a la conmemoración, se canceló debido a las fuertes tormentas en el lugar.
Lo que sí se llevó a cabo fue la entrega de un mensaje conjunto a modo de conmemoración con los exmandatarios, el que se realizó la tarde del martes. En dicha instancia, Lacalle Pou aseguró que “para que el ‘nunca más’ sea cierto, tiene que haber para siempre democracia. Y la democracia que se basa como instrumento debe satisfacer a un individuo libre. Por eso hay que perfeccionarla para la libertad del individuo”, detalló la prensa local.
“Pepe” Mujica, en tanto, agregó que “hasta ahora no hemos encontrado algo mejor para el funcionamiento de las sociedades, la democracia no es perfecta, es perfectible. Pero no nos debemos desconformar, una manera de reafirmar la democracia es que la responsabilidad política ayude a los problemas más dramáticos”. Para Lacalle Herrera, es relevante la presencia de “tres octogenarios, tres veteranos de guerra”, en referencia a los expresidentes, quienes buscan “transmitir un mensaje que empieza con enunciar un fin: es decir, qué queremos. Que el sistema que recobramos con su legitimación del poder a través del voto, con el respeto a la ley sea el gran objetivo de nuestro país. Lo fácil en la vida es fijar objetivos, lo difícil es cómo se llega a ellos”.
Sanguinetti planteó que “estas 48 horas que estamos viviendo se cargan de emoción, se cargan de un muy fuerte contenido de vibración que nos llega desde el pueblo mismo que nos llega de lo que hemos visto. Nos lleva a darles a todos estos actos el sentido de lo que es. Un gran acto de confirmación y un gran acto de confirmación democrática, de confirmación de lo mejor de la identidad nacional”. Los cuatro políticos forman parte de las tres fuerzas políticas más relevantes del país: el Partido Nacional y el Partido Colorado, tradicionales y asociados a la centroderecha y al centro, respectivamente, y el Frente Amplio, ligado a la izquierda.
La antesala a la simbólica fecha también estuvo marcada por las declaraciones del expresidente Mujica, quien aseguró que “la gente mira para adelante, y el pasado, el pasado amargo, trata de sepultarlo”. El exmandatario respondía a una pregunta sobre la paradoja de que, el mismo día que se impuso en la primera vuelta presidencial que luego lo llevaría a la presidencia, en 2009, la sociedad uruguaya votó en un referendo contra la opción de dejar sin efecto la Ley de Caducidad de la Pretensión Punitiva del Estado creada con el regreso a la democracia, que fijó la impunidad para quienes eventualmente fueran responsables por los crímenes en la dictadura.
“Usted ha dicho varias veces que prefiere la verdad sobre la justicia”, le preguntaron desde la cadena francesa RFI, a lo que respondió: “Porque la verdad es la justicia. Porque cuando la gente se muere y se va, ¿para qué me sirve tener a ancianos presos, si es que algunos quedan? Tiene poco sentido. Pero es tiempo de cerrar el duelo. Es tiempo para los familiares que se están yendo y que quedan, que se puedan juntar con las reliquias de sus antepasados. Porque esto es una cuestión de sentimiento”.
En la prensa local, políticos de todos los sectores salieron a decir que “no se debía repetir”, pero con distintos matices. Ejemplo de esto es el de Guido Manini Ríos, senador y líder de Cabildo Abierto, un partido político creado en 2019 calificado por medios como de derecha o de extrema derecha y ligado al mundo militar que, sin embargo, quiso dejar “bien en claro” en Radio Oriental que condenaba el quiebre institucional producido en su país.
“Nuestro deseo es que nunca más haya dictadura en nuestro país y que siempre se respeten las instituciones democráticas”, dijo Manini Ríos, pero también aseguró que no hubo solo “dos demonios”, en referencia al surgimiento del grupo guerrillero Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros (MLN-T) y una crisis económica que afectó a Uruguay en los años previos al golpe.
En un ciclo de columnas de los expresidentes vivos en El País, Julio María Sanguinetti escribió que “si hace medio siglo perdimos la libertad fue porque antes habíamos perdido la tolerancia. Y si perdimos la democracia fue porque antes habíamos perdido la paz, en un extravío de violencia política que inició un grupo de jóvenes inspirados en la revolución cubana y culminó con el mesianismo liberticida de una conducción militar embriagada de su éxito al derrotarlos. Fueron dos sinsentidos”, aseguró.
Luis Alberto Lacalle Herrera, en un sopesado mensaje, escribió en el mismo medio que “si hoy lo recordamos (el golpe) es simplemente para ir a la raíz de las cosas, no para levantar dedos acusadores y menos dedos que solo irán a una parte del episodio que duró casi dos décadas. Algunos, en distinto grado, fuimos testigos y actores. Algunos tuvimos algo que ver con mantener la llama de la esperanza encendida, cuando todo parecía cerrado, cuando la salida parecía alejarse cada día más. Todos fuimos parte de la jornada de 1980, anuncio de la aurora. Muchos criticamos la salida que se logró”.
Y continuó: “Pero hoy, 50 años más tarde, canosa la cabeza, aquietado el ánimo, un poco más sabios y mucho más tolerantes, no nos erigimos en jueces de la historia ni en magistrados condenadores. Miramos hacia atrás, un momento, solo un momento. Lo que nos anima, ya en las últimas leguas del recorrido vital, es que no se repitan nunca más todas estas penas nacionales, esos lutos sin bandera, esos sufrimientos sin divisa”.
Paro y sociedad civil
No solo los actores institucionales tuvieron actividades. Durante el lunes, distintos colectivos sociales llamaron a una “vigilia por la democracia”, la que se extendió entre las 17.00 y las 23.59, explicó El Observador.
Bidones con arena y velas fueron esparcidos frente al Parlamento para reflexionar, detallaron los organizadores al mismo medio, evento en el que también hubo una feria, exposiciones y espectáculos artísticos.
“La idea de la reflexión es con las nuevas generaciones. La democracia hoy, cuando tenemos gente que habla en contra de las instituciones y del Poder Judicial, necesitamos cuidarla más que nunca y pensar en transformar cosas”, dijo a El Observador Victoria Sequeira, integrante del colectivo Jacarandá, uno de los principales entes organizadores de la actividad.
Desde el Plenario Intersindical de Trabajadores-Convención Nacional de Trabajadores (PIT-CNT) hicieron un llamado a un paro general durante cuatro horas para este martes, el que abarcó entre las 9.00 y las 13.00. Según los convocantes, la medida sindical se tomó como una forma de rememorar el golpe y la huelga general de 1973 que siguió al quiebre de la democracia.
El evento culminó con una serie de discursos en la refinería de La Teja, lugar que, según el vicepresidente de la central sindical, José Lorenzo López, es un “lugar emblemático donde tuvo inicio la huelga”, explicó al medio La Diaria.
La medida fue criticada por el Presidente Lacalle Pou la semana pasada, quien dijo que si bien estaban en “todo su derecho” de hacer el paro, es “una reacción que no se entiende”.