Lo que suele ser una ceremonia trivial se transformó en una larga escena de caos y una violencia sin precedentes en la historia reciente de Estados Unidos. Una multitud de manifestantes leales al Presidente Donald Trump irrumpió ayer en el Capitolio cuando se realizaba el escrutinio de los votos electorales del Congreso para confirmar la victoria de Joe Biden. Ante esto, la certificación se detuvo y los legisladores tuvieron que ser evacuados del edificio.

Todo comenzó cerca de las 14.15, justo en momentos en que la Cámara de Representantes y el Senado debatían una medida propuesta por una facción de republicanos para anular los resultados de las elecciones, algo que ya se había adelantado y no tenía perspectivas de prosperar.

Los manifestantes congregados en las afueras del Congreso sobrepasaron las vallas y comenzaron a ingresar. La seguridad sacó rápidamente al vicepresidente Mike Pence del Senado y la policía lanzó gases lacrimógenos y escoltó a los miembros de la Cámara de Representantes, suspendiéndose la sesión, que se retomó anoche y proseguía de madrugada.

Los partidarios del presidente Donald Trump escalan el muro oeste del Capitolio. Foto: AP

Según CNN, es la primera vez que se genera una invasión masiva en el Capitolio desde 1814, cuando estaban en guerra con Inglaterra. En esa oportunidad, los ingleses quemaron el edificio. Por otro lado, la prensa estadounidense destacó que eran escenas que se suelen ver en otros países y que rara vez lo habían visto en el corazón político del país.

La policía del Capitolio indicó a los legisladores en la Cámara que sacaran las mascarillas antigases de debajo de sus asientos y se prepararan para ponérselas. Los agentes en la puerta principal de la Cámara Baja desenfundaron sus armas cuando alguien intentó ingresar. Luego ordenaron a las personas en el salón que se tiraran al piso por seguridad.

En medio del caos producto del enfrentamiento de los partidarios de Trump con la policía, Ashli Babbitt, una exmilitar partidaria del Mandatario resultó baleada y luego falleció. Otras tres personas murieron en relación a los hechos y 14 policías fueron heridos. Para agregar un ingrediente más, la policía halló un artefacto explosivo en la sede del Comité Nacional Republicano en Washington y la cercana sede del Comité Nacional Demócrata fue evacuada tras encontrarse un paquete sospechoso.

Policías con armas apuntan hacia manifestantes que intentan ingresar a la Cámara de Representantes. Foto: AP

El caos produjo unas imágenes inimaginables: los manifestantes se colgaron de las paredes, se tomaron selfies con sus pies sobre los escritorios en las oficinas; asimismo, entraron a las cámaras, se fotografiaron junto a las estatuas a las que le colocaron una bandera alusiva a Trump, se pasearon con banderas confederadas, algunos estaban disfrazados e incluso tomaron objetos como si se los intentaran llevar de recuerdo.

“Esto es lo que obtuvieron, muchachos”, gritó el senador republicano de Utah, Mitt Romney, mientras se desarrollaba el caos en el Senado, aparentemente dirigiéndose a sus colegas que encabezaban la acusación para presionar las falsas afirmaciones de Trump sobre elecciones robadas.

Vigésimo Quinta Enmienda

Las caóticas escenas se produjeron después de que Trump se dirigiera a miles de seguidores cerca de la Casa Blanca, en un acto en el que repitió sus afirmaciones sin fundamentos de que le robaron las elecciones debido a un supuesto fraude generalizado. “Nunca cederemos”, dijo en referencia al resultado de las elecciones, en el que Biden obtuvo siete millones de votos más que Trump y 306 votos electorales contra 232.

Después divulgó un video de la Casa Blanca en el que insistió en el fraude. “Esta fue una elección fraudulenta, pero no podemos hacer el juego a esta gente. Tenemos que tener paz”, dijo. “Así que vete a casa, te queremos, eres muy especial”.

Trump ya había publicado un par de tuits sobre el caos, pero enfrentaba una creciente crítica bipartidista por su retórica sobre desafiar los resultados de las elecciones. Así, tras exhortar a sus partidarios a ir al Capitolio para manifestar su descontento, hizo un intento por controlar la violencia. “Por favor, apoye a nuestra policía y las fuerzas del orden”, tuiteó . “Realmente están del lado de nuestro país. ¡Mantente en paz!”, añadió.

Partidarios de Donald Trump son detenidos por la policía, al interior del Congreso. Foto: AFP

El vicepresidente Pence, por su parte, pidió que la violencia en el Congreso “termine ya”. Trump esperaba que en su calidad de vicepresidente Pence pudiera “anular” la certificación del triunfo de Biden, algo que por ley está imposibilitado de hacer. Por eso, Trump lanzó toda su ira contra el vicepresidente, al señalar que “Mike Pence no tuvo el coraje de hacer lo que debería haberse hecho para proteger a nuestro país y nuestra Constitución”.

Los disturbios llevaron a la alcaldesa Muriel Bowser de Washington a declarar un toque de queda en toda la ciudad desde las 18.00 hasta las 06.00 de hoy. Mientras, el Ejército activó a toda la Guardia Nacional del Distrito de Columbia, 1.100 soldados, en respuesta a una solicitud del alcalde. También el Departamento de Seguridad Nacional envió al Servicio Secreto y otros agentes al Capitolio para ayudar a las fuerzas del orden a manejar la caótica situación.

“Hago un llamado al Presidente Trump para que salga a la televisión ahora para cumplir su juramento y defender la Constitución y exigir el fin de este asedio”, dijo Biden, subrayando que “nuestra democracia está bajo un asalto sin precedentes”.

Un partidario del presidente Donald Trump lleva una bandera de los Estados Confederados en el segundo piso del Capitolio de los EE. UU., cerca de la entrada del Senado después de violar las defensas de seguridad. Foto. Reuters

“El recuento ceremonial de los votos electorales que se desarrolla cada 4 años en el Congreso se transformó en un espectáculo explosivo, con Trump avivando disturbios”, escribió The New York Times.

Un asesor, que no estaba autorizado a hablar públicamente , señaló que Mitch McConnell, líder de la mayoría en el Senado, no había hablado ayer con Trump, pero está enojado con él y lo responsabilizaba de los eventos del día.

Tras los incidentes, se instaló un cuestionamiento fuertemente centrado en el Mandatario saliente y su capacidad de gobernar. El expresidente Barack Obama afirmó que los hechos “fueron”incitados” por Trump, quien “ha continuado mintiendo sin fundamentos sobre el resultado de una elección legítima”. Por su parte, el exmandatario republicano George W. Bush declaró estar “consternado por el comportamiento imprudente de algunos líderes políticos y por la falta de respeto mostrada hacia nuestras instituciones”. A su juicio, el asalto al Capitolio fue un hecho “enfermizo y desgarrador” y “una insurrección” propia “de una república bananera”.

Miembros de la Guardia Nacional montan guardia mientras los partidarios del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, se reúnen frente al edificio del Capitolio. Foto. Reuters

A su turno, The Washington Post editorializó pidiendo la salida inmediata de Trump del gobierno y emplazó al vicepresidente Pence a llamar de urgencia al gabinete con miras a invocar la Vigésimo Quinta Enmienda de la Constitución. “El Presidente no está en condiciones de permanecer en el cargo durante los próximos 14 días. Cada segundo que conserva los amplios poderes de la Presidencia es una amenaza para el orden público y la seguridad nacional”, escribió el diario. A la vez, el New York Times culpó al Jefe de Estado de la irrupción de la turba en la sede del Legislativo y advirtió que “el Presidente debe asumir su responsabilidad, a través de procedimientos de juicio político o enjuiciamiento penal”, y exigió lo mismo para quienes “llevaron a cabo la violencia”. Mientras, diversos medios de prensa aseguraban que en las próximas horas se producirían múltiples renuncias de funcionarios de la Casa Blanca e incluso que miembros del gabinete habían conversado sobre la eventual inhabilitación.

En paralelo, los demócratas del Comité Judicial de la Cámara de Representantes enviaron una carta a Pence instándolo a actuar para destituir a Trump, diciendo que “trató de socavar nuestra democracia”.

En medio de la tensa incertidumbre, además, Twitter, Facebook e Instagram suspendieron las cuentas de Donald Trump y las redes sociales decidieron, igualmente, borrar publicaciones del gobernante en las que, estimaron, incitaba a la violencia.