Con el fin de recibir a medio millón de turistas para los Juegos Olímpicos de 2008, China inauguró la Terminal 3 del Aeropuerto Internacional de Beijing Capital, convirtiéndolo así en uno de los más grandes del mundo. Pero al poco tiempo, la ampliación se tornó insuficiente. Por ello, en diciembre de 2014, se inició la construcción de un nuevo y colosal aeropuerto, el Beijing Daxing International, el mismo que ahora ultima detalles para su apertura en septiembre del próximo año.
El nuevo aeropuerto, que se convertirá en el más grande del mundo con 700.000 metros cuadrados de superficie, se habrá construido en apenas cinco años. Según el diario español El País, los trabajos de esta impresionante obra de ingeniería avanzan a buen ritmo y los más de 40.000 de operarios que trabajan en su interior y alrededores están centrados en la instalación eléctrica y ya comenzaron a decorar el interior del edificio.
Su aspecto futurista recuerda a una estrella de mar de seis puntas, una de acceso y otras cinco "que se parecen a un fénix que extiende sus alas", dicen los constructores del Grupo de Ingeniería de Construcción de Beijing. En estos cinco brazos ya están instaladas las pasarelas que en pocos meses comunicarán las puertas de embarque con las aeronaves.
El edificio del terminal fue diseñado por el francés Groupe ADP en colaboración con la reconocida arquitecta iraquí Zaha Hadid, quien murió en 2016. La obra incluirá jardines y áreas separadas para los pasajeros de viajes internacionales y domésticos. "Las formas fluidas e interconectadas evocan la armonía y el equilibrio de los paisajes chinos, mientras que sus colores y materiales son una expresión del lenguaje visual de la cultura tradicional china", describió el estudio arquitectónico en su sitio oficial. La seda, el té, la porcelana, la tierra de labranza y el jardín chino, todas imágenes fuertemente ligadas a la cultura china, estarán presentes en el diseño de estas alas.
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Vista del avance de las obras en el terminal principal del aeropuerto Beijing Daxing International, en septiembre pasado. Foto: AP[/caption]
El terminal del Beijing Daxing International tendrá siete pisos. Además de los cinco de superficie, el aeropuerto contará con dos pisos bajo tierra en los que se ha construido una enorme estación intermodal en la que confluirán metro, trenes de cercanías, regionales y alta velocidad (250 kilómetros por hora). Si bien la nueva infraestructura se ubica a 46 kilómetros del centro de Beijing, una distancia mayor en comparación con la ubicación del aeropuerto actual, la línea de alta velocidad hará que el trayecto entre ambos puntos sea de unos 30 minutos. La distancia entre ambos aeropuertos de la capital china será de 67 kilómetros.
Para acortar la distancia en el tránsito de pasajeros, en el nuevo aeropuerto están distribuidas las zonas de operación. Por ejemplo, desde la zona central hasta la puerta más alejada, el pasajero tendrá que caminar menos de ocho minutos para cubrir 600 metros. La distancia para la entrega del equipaje también está optimizada. Después de la llegada del vuelo, el equipaje no demorará más de 13 minutos en salir.
Tras el inicio de la construcción del aeropuerto en 2014, ya en junio de 2017 se completó la estructura de acero del terminal. Con un costo de US$ 11.500 millones, el término de las obras está programado para junio de 2019. Así, el aeropuerto comenzará a operar el próximo 30 de septiembre, justo antes del Día Nacional de China.
En su primera fase (año 2025) tiene como objetivo albergar a 72 millones de pasajeros al año, dos millones de toneladas de carga y 620.000 operaciones en sus cuatro pistas. A largo plazo el número de pistas se ampliará hasta siete y su capacidad máxima será de 100 millones de pasajeros por año.
En 2017 el Aeropuerto Internacional de Beijing Capital acogió 95,8 millones de pasajeros, convirtiéndose así en el segundo más transitado del mundo después del de Atlanta, en Estados Unidos, con 103,9 millones de pasajeros.