China tachó este martes de “irresponsable” la decisión de Japón de verter al mar más de un millón de toneladas de agua, una vez tratadas, de la accidentada central nuclear de Fukushima.
La medida anunciada por Tokio “es extremadamente irresponsable y dañará mucho la salud y la seguridad pública en el mundo, así como los intereses vitales de los países vecinos”, denunció el ministerio de Relaciones Exteriores chino en un comunicado.
El gobierno japonés anunció este martes que verterá al mar más de un millón de toneladas de agua, una vez tratadas, procedente de la central de Fukushima, accidentada como consecuencia del tsunami del 11 de marzo de 2011.
No está previsto que la operación comience hasta dentro de dos años y podría necesitar décadas. Los ecologistas se oponen a ella, al igual que los pescadores y agricultores de Fukushima.
Para Beijing “el océano es propiedad común de la humanidad” y el vertido de aguas “no es un tema de asuntos internos japoneses”.
El gobierno chino estima que esta medida no debería poder tomarse “sin autorización” y sin consultar y obtener el acuerdo de “los distintos países afectados”, así como del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).