El repunte de casos de coronavirus en la provincia china de Fujian ha derivado en el confinamiento perimetral de uno de sus principales focos, la ciudad de Xiamen, donde viven unos 4,3 millones de personas.

Las autoridades locales han ordenado a los ciudadanos que no salgan de esta ciudad costera del sureste de China, dentro de un paquete de medidas que también incluyen la cancelación de grandes eventos, el cierre de restaurantes y centros comerciales y la suspensión de las clases presenciales.

En Fujian ya se han confirmado más de cien casos de COVID-19 desde la semana pasada, fruto de un brote originado supuestamente en la ciudad de Putian, situada al norte de Xiamen. Putian ya permanece confinada desde el pasado fin de semana.

Los expertos sospechan que el paciente cero fue un hombre que había regresado a China desde Singapur el 4 de agosto. Guardó 21 días de cuarentena y dio negativo en nueve pruebas, pero el pasado viernes se confirmó su positivo.