China pone fin a ejercicios militares en torno a Taiwán

China declaró el fin de sus ejercicios militares en torno a Taiwán, pero reafirmó su voluntad de usar la fuerza para tomar el control de la isla autónoma y retiró su compromiso anterior de no enviar tropas a Taiwán si Taipei se sometía pacíficamente al gobierno de Beijing.

El Comando de Teatro del Este del Ejército Popular de Liberación (EPL), las Fuerzas Armadas de China, dijo el miércoles que había completado con éxito varios días de simulacros con fuego real en Taiwán, poniendo fin a una semana de ejercicios militares en respuesta a una visita de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, a la isla, que el Partido Comunista de China reclama como parte de su territorio.

Las maniobras, originalmente programadas para durar cuatro días, se extendieron indefinidamente el lunes antes de finalizar días después. El EPL dijo el miércoles que continuaría con las patrullas regulares en el Estrecho de Taiwán.

Mientras China finalizaba sus maniobras el miércoles, la Oficina de Asuntos de Taiwán de China emitió su primer documento de política sobre Taiwán en 22 años, reafirmando su disposición a usar la fuerza militar para controlar la isla, si es necesario. El documento de política también repitió su oferta de larga data para que Taiwán se someta voluntariamente a su control bajo un marco de “Un país, dos sistemas”, similar al utilizado para gobernar la antigua colonia británica de Hong Kong tras su entrega al control chino.

El documento de política del miércoles eliminó una cláusula de las versiones del documento publicado en 1993 y 2000 que descartaba el envío de tropas y administradores civiles chinos a Taiwán si la isla aceptaba un acuerdo de “Un país, dos sistemas”.

El Consejo de Asuntos del Continente, el organismo gubernamental taiwanés que supervisa la política hacia el continente, condenó el documento de política de Beijing el miércoles y declaró que “la República de China es un país soberano”, refiriéndose al gobierno de Taipei por su nombre formal.

“El régimen del PCCh nunca ha gobernado Taiwán, Penghu, Kinmen y Matsu ni un solo día”, se lee en el comunicado, refiriéndose al Partido Comunista de China y los cuatro principales grupos de islas controlados por el gobierno de Taipei.

El comunicado decía que las encuestas de opinión mostraban que el público taiwanés estaba disgustado con el modelo “Un país, dos sistemas”.

El miércoles, por separado, miembros del partido de oposición de Taiwán partieron en un viaje previamente planeado a China continental, lo que provocó acusaciones de deslealtad por parte del partido gobernante de Taiwán.

Andrew Hsia, subjefe del opositor Kuomintang (KMT), o Partido Nacionalista de Taiwán, minimizó la importancia del momento de su viaje. Dijo a los periodistas en el aeropuerto Taoyuan de Taipei que la visita había sido programada con meses de antelación, mucho antes de que la reciente escalada de tensiones llevara a China a rodear la isla con ejercicios militares con fuego real.

“Si puede lograr algo bueno, entonces cualquier momento es bueno”, dijo Hsia, quien anteriormente dirigió el Consejo de Asuntos del Continente de Taiwán.

Hsia dijo que su delegación no visitaría Beijing, sino que se limitaría a las ciudades donde un gran número de ciudadanos taiwaneses estudian y trabajan, incluidas las provincias sureñas de Fujian y Guangdong.

Aun así, Hsia, quien se pondrá en cuarentena en la ciudad de Xiamen, en el sureste de China, a su llegada de acuerdo con las estrictas medidas de contención de Covid de China, no descartaría una reunión en persona con los líderes de China y dijo: “La comunicación y el diálogo pueden solo ser algo bueno”.

Hsia también restó valor a la importancia del nuevo documento de política de Taiwán de China. “La posición de China continental es muy clara, al igual que nuestra posición es muy clara”, dijo. “No voy a actuar como si hubiera cambiado toda nuestra realidad solo porque dijeron algunas palabras”.

En un discurso el miércoles ante el gobernante Partido Progresista Democrático, la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, criticó la visita del KMT, mientras que el partido dijo en una declaración separada que el viaje de Hsia socavó la unidad taiwanesa y le faltó el respeto al Ejército. “Lo que quiere el pueblo de Taiwán es paz; no para provocar o escalar el conflicto, sino para salvaguardar la soberanía y la seguridad nacional”, dijo Tsai.

Mientras tanto, el Consejo de Asuntos del Continente de Taiwán dijo que la delegación del KMT había insistido en el viaje, a pesar de que se le había pedido que no lo hiciera.

Los dos partidos principales de Taiwán difieren sobre cómo manejar la relación de la isla con China. Muchos partidarios del partido gobernante PPD están a favor de la independencia. El KMT, un rival histórico del Partido Comunista que se retiró a Taiwán después de perder la Guerra Civil China en 1949, está comprometido con la soberanía de la República de China, pero favorece lazos económicos más estrechos con el continente.

El viaje de Hsia se produce antes de las elecciones locales programadas para noviembre, cuando los votantes taiwaneses votarán por docenas de cargos locales, concejales y alcaldes. La votación se considera un indicador de la popularidad de Tsai, aunque la ley le prohíbe postularse nuevamente cuando expire su segundo mandato, en 2024.