El ministro de Exteriores de China, Wang Yi, ha anunciado este sábado en Múnich que su país está ultimando los preparativos de una “iniciativa de paz” para poner fin a la guerra en Ucrania al amparo de los principios de la Carta de Naciones Unidas, en un esfuerzo para despejar el aparente “retorno a la mentalidad de la Guerra Fría” que reina entre las superpotencias mundiales, a su entender.
“La confianza entre las grandes potencias mundiales está flaqueando”, ha declarado durante su comparecencia durante la Conferencia de Seguridad de Múnich, la primera que realiza un diplomático chino de su calibre en el foro desde el estallido de la pandemia.
En ella el ministro chino ha declarado que su país, que ha rechazado la invasión rusa por el ataque que supone a la integridad territorial de Ucrania, si bien nunca ha respaldado abiertamente las sanciones contra Moscú, estará siempre de lado “de la paz y del diálogo” con vistas a un “acuerdo político de la crisis en Ucrania”.
“Los principios de la carta de Naciones Unidas es algo que debemos defender”, ha declarado durante su discurso, recogido por Deutsche Welle, en el que ha vuelto a incidir en que la política de sanciones no es una solución al convertirse en un obstáculo para el diálogo como herramienta principal en la resolución de conflictos.
“Después de todo, hay que dar una oportunidad a la paz”, ha manifestado el alto responsable diplomático chino.
El ministro, en un debate posterior, ha aprovechado para abordar otros temas como la reciente crisis de los presuntos globos espía sobre territorio estadounidense. En línea con las declaraciones oficiales de su gobierno, Wang ha asegurado que Estados Unidos “sobrerreaccionó” al derribar uno de estos aparatos, que en modo alguno representaba una amenaza para su seguridad.
“Hay un montón de globos en el cielo. ¿Van a derribar todos y cada uno de ellos?”, se ha preguntado el ministro chino antes de instar a Washington a que “deje de hacer el ridículo solo para distraer la atención de sus propios problemas”.
También se ha ceñido al milímetro a la línea histórica del Gobierno chino sobre el estatus de Taiwán, que “es parte de territorio chino, no ha sido nunca un país, ni nunca lo será”.
No obstante, y a pesar de estas declaraciones, cabe una amplia posibilidad de que el ministro de Exteriores chino y su homólogo estadounidense se reúnan durante esta conferencia en un encuentro bilateral lejos de los focos, según fuentes próximas al Gobierno norteamericano a la emisora pública estadounidense NPR.
Con este encuentro, China y Estados Unidos pretenden compensar la suspensión de la visita prevista de Blinken a China, que quedó finalmente anulada por la crisis abierta por estos globos.