Las autoridades de China han prometido este viernes desempeñar un “papel constructivo” para rebajar las tensiones en Oriente Próximo tras el reciente ataque de Israel a Irán después de que las fuerzas iraníes lanzaran cientos de drones y misiles contra territorio israelí en respuesta al bombardeo de su Consulado en Damasco.
“China se opone a cualquier acción que fomente el aumento de la tensión y seguirá adelante con su papel constructivo en la región para lograr que se reduzcan la violencia”, ha aseverado el portavoz del Ministerio de Exteriores del gigante asiático, Lin Jian, en una rueda de prensa.
Sus palabras llegan después de que el Ejército de Irán confirmara que las explosiones registradas durante la madrugada han sido provocadas por los disparos de los sistemas de defensa aérea contra “objetos sospechosos” identificados en el espacio aéreo de la ciudad.
China es uno de los principales aliados de Irán y uno de sus mayores socios comerciales, uno de los principales compradores de petróleo a pesar de las sanciones internacionales que pesan sobre el país.
El ministro de Exteriores chino, Wang Yi, se reunió esta semana con su homólogo iraní, Hosein Amirabdolahian, que advirtió entonces que cualquier agresión israelí sería respondida de forma “inmediata y amplia”.
Wang, por su parte, trasladó a Teherán su “contundente condena” al bombardeo israelí del Consulado iraní en Damasco del 1 de abril por considerarlo “una violación de los principios y normas internacionales”. Así, volvió a pedir la paz en la región como objetivo y la implantación de un alto el fuego en Gaza.