Taiwán y China realizaron maniobras militares paralelas esta jornada, en medio de crecientes tensiones por los reclamos chinos de que la isla autogobernada le pertenece.
Esto, a dos semanas de la visita a Taiwán de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi.
Taiwán realizaba sus ejercicios de guerra este miércoles frente al condado suroriental de Hualien, después de varios días en los que China ha lanzado misiles y ha incursionado en el espacio aéreo y marítimo taiwanés.
“Condenamos enfáticamente las provocaciones militares de la China comunista en el mar y aire de Taiwán, que socavan la paz regional”, expresó el vocero del Ministerio de Defensa de Taiwán Sun Li-fang a reporteros en la Base Aérea Hualien.
“Las operaciones militares de la China comunista simplemente nos dan la oportunidad de entrenarnos mejor para estar listos para el combate”, añadió.
La vocera del Ministerio de Relaciones Exteriores de Taiwán, Joanne Ou, afirmó que China está usando las recientes visitas a Taiwán de legisladores estadounidenses como pretexto para intimidar a Taiwán y obligarla a que acepte sus condiciones para una “reunificación pacífica”.
“China lanzó sus provocaciones militares sobre esa base. Esto es absurdo y un acto de barbarie, socava la estabilidad regional e interfiere con las actividades navieras y comerciales en la región Indo-Pacífica”, declaró Ou.
China considera a Taiwán una provincia suya y se reserva el derecho a anexársela, por la fuerza si es necesario. Considera que toda visita de dignatarios extranjeros a la isla es un reconocimiento implícito de otras naciones a su soberanía.
Aparte de sus amenazas militares, China impuso a políticos taiwaneses prohibiciones de visas y otras sanciones el martes. China no tiene autoridad legal alguna sobre Taiwán y no queda claro qué efecto tendrían esas sanciones.
China se ha negado a entablar contacto alguno con el gobierno de Taiwán desde que en 2016 fue elegida la presidenta taiwanesa Tsai Ing-wen, del proindependentista Partido Democrático Progresista. Tsai fue reelegida por abrumadora mayoría en 2020.
El PDP también controla la legislatura y la gran mayoría de taiwaneses apoya mantener el statu quo de una independencia de facto junto con fuertes lazos sociales y económicos entre los dos territorios.
China acusa a Washington de alentar la independencia de la isla mediante la venta de armas y contactos con políticos taiwaneses. Estados Unidos insiste en que no está a favor de la independencia y no tiene lazos diplomáticos formales con la isla, pero que legalmente está obligado a asegurarse de que Taiwán pueda defenderse de China.
Aparte de colocar a sus fuerzas armadas en estado de alerta, Taiwán en gran medida ha desestimado las maniobras militares chinas y la vida sigue su curso normal en la isla de 23 millones de habitantes, que lleva siete décadas bajo la sombra de las amenazas militares chinas.