“Chiringuitos educativos”: Pedro Sánchez pone trabas a la creación de universidades privadas en España
Desde 1998, no se ha creado ninguna universidad publica en España. En cambio, en ese período, las privadas han pasado de 14 a 41 planteles. “El gobierno ataca a la universidad privada porque tiene miedo a la libertad de opinión”, criticó el líder opositor Alberto Núñez Feijóo.

Una ofensiva contra la “privatización sin calidad”: el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, anunció una serie de medidas para endurecer los criterios de reconocimiento y creación de las universidades, para controlar así la proliferación de centros privados. Según indicó el líder socialista , estas acciones buscan acabar con “esos chiringuitos educativos que no cumplen el nivel que cabe exigirle” a la educación superior.
“La universidad no puede ser una máquina expendedora de títulos”, criticó Sánchez, advirtiendo que su gobierno va “a perseguir las prácticas que atenten contra el prestigio de nuestras universidades, tanto públicas como privadas, para que cumplan con los estándares de calidad y aseguren la excelencia de los profesionales que nos cuidan y nos defienden”.
En medio de las quejas de los rectores de las universidades públicas, que alegan falta de financiamiento, y la proliferación de centros privados “de dudosa calidad”, según indica el diario El País, el Ejecutivo reformará un real decreto, para subir la vara a los criterios de validación de nuevas universidades.
Durante el anuncio, la misma ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant, aseguró que la Ley de Universidades “ha nacido con la voluntad de terminar con la injustificable precarización” del sistema universitario español y de sus plantillas. Nos obligan, como sistema, a financiar de manera adecuada la docencia y la ciencia que en las universidades”.
En una entrevista con el medio InfoLibre este fin de semana, Morant justificó el proyecto de Sánchez, señalando que “ha habido una intencionalidad ideológica en hacer de la universidad un negocio”. La ministra lamentó que se haya quebrado el sistema público, acusando que esa ha sido la mejor “excusa para la privatización”. Asimismo, criticó que la falta de plazas en las universidades públicas impide elegir con libertad: “Aboca a que los estudios dependan de los recursos familiares”.
Entre las nuevas exigencias, la norma establece que se debe garantizar que las universidades sean “proyectos de calidad”, volviendo vinculantes los informes emitidos por la ANECA (Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación) y por las “anequitas”, las agencias a nivel de comunidad autónoma.
Además, los criterios de apertura de un plantel se van a endurecer, exigiendo un mínimo de 4.500 estudiantes durante los primeros cinco años de un centro educativo. La nueva normativa, en aras a garantizar la solidez económica, apunta a “que se asuma el compromiso de disponer al menos de un 10% de plazas de alojamiento universitario para facilitar el acceso a la vivienda, y se va a exigir experiencia en la gestión universitaria a sus promotores”.
Al respecto, Sánchez criticó el “modelo de privatización” que se ha ido implantando en la Comunidad de Madrid, que ha venido sufriendo recortes en sus universidades públicas desde 2016, al igual que en Andalucía, donde los planteles llevan seis años con su presupuesto congelado. “El método es el siguiente, primero recortan recursos (de la universidad pública) para minar su funcionamiento, luego se cuestiona sus servicios y su calidad, y cuando el deterioro es evidente, privatizan, y la presentan como la única salida”, ha señalado.
Según indican la prensa española, esto detiene en la práctica la apertura de siete universidades que estaban en la lista de inaugurarse, y según apunta el diario El Español, están “precisamente en Comunidades Autónomas gobernadas por la oposición”. “De los centros privados en espera, cuatro estarían en Madrid, dos en Extremadura y uno en Galicia. Además, hay una decena de proyectos en marcha”, indica el medio.
Al respecto, el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, atacó la decisión considerándola un ataque a “la libertad de elegir dónde formarse”. “El gobierno ataca a la universidad privada porque tiene miedo a la libertad de opinión”, ha escrito en un mensaje en la red social X.
Tras grabar un video desde una universidad privada, el líder de los populares aseguró que ahí “los títulos no se compran”. “Creo que el nivel para entrar aquí no se le regala a nadie. Y un título en ICADE no se se le regala a nadie”, indicó, en alusión a la marca con la que se conocen dos escuelas de la Universidad Pontificia Comillas, ubicada en Madrid.
Desde 1998, no se ha creado ninguna universidad publica en España. Entonces nació la Universidad Politécnica de Cartagena, y desde entonces las privadas han pasado de 14 a 41 planteles. Así, el número de estudiantes en este tipo de recintos aumentó un 368%. Según indican los sindicatos educativos, este crecimiento en favor de las privadas está incentivado por determinados gobiernos regionales.
“Se está potenciando el concepto de universidad como oportunidad de negocio”, denuncia Santiago Cuesta, adjunto al secretario de movimientos sociales de Comisiones Obreras. En tanto, las universidades públicas viven un infrafinanciamiento que pone en riesgo su competitividad. El rector de la Universidad de Granada, Pedro Mercado, indicó al respecto: “Todos los poderes deben ser conscientes de la importancia de la inversión en universidades”.
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