Este martes la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) acusó al gobierno de Nicolás Maduro de prohibir el ingreso a Venezuela -vía Caracas- de la delegación que debía iniciar una visita in loco este 4 de febrero.
La presidenta de la CIDH, Esmeralda Arosemeña de Troitiño, junto al secretario ejecutivo, Paulo Abrao, y otro miembros del organismo autónomo de la OEA denunciaron que la aerolínea Copa Airlines le impidió subir al avión que los llevaría desde Panamá a Caracas, ya que "recibieron instrucciones del régimen de Venezuela que no estábamos autorizados a ingresar al país".
A través de redes sociales el organismo compartió una fotografía de la delegación esperando en la puerta de embarque del Aeropuerto Internacional de Tocumen (Ciudad de Panamá).
https://twitter.com/CIDH/status/1224695073654353927
La CIDH explicó que se coordinó con el gobierno colombiano de Iván Duque, y que se coordinó una reunión con "las víctimas y familiares de violaciones de derechos humanos y organizaciones de la sociedad civil" en la frontera entre Venezuela y Colombia, es decir, la ciudad de Cúcuta.
Ahí la delegación busca "reunirse, documentar y recabar testimonios de víctimas y familiares sobre las graves violaciones de derechos humanos en Venezuela".
A través de un comunicado el organismo "lamento profundamente" que se negará poder iniciar la visita, cuyo objetivo era "reunirse con grupos de víctimas de violaciones a los derechos humanos, beneficiarios de medidas cautelares, representantes de la sociedad civil, movimientos sociales, estudiantiles, académicos y otros actores relevantes".
En ese sentido, indicaron que "rechaza ese tratamiento de la manera más enérgica, y advierte que es propio de regímenes autoritarios no permitir el escrutinio internacional ni la observancia de la situación de los derechos humanos".
La visita, que se extendería hasta el 8 de febrero, debía comenzar este martes el mediodía en Caracas e incluía reuniones con autoridades de la Asamblea Nacional y legisladores beneficiarios de medidas cautelares, así como con refugiados y asilados en sedes diplomáticas, familiares de civiles y militares privados de libertad, obispos y representantes de misiones diplomáticas y de la Oficina de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
Además estaba programada una visita a centros de detención, hospitales y a la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM).
La agenda además implicaba una visita a Maracaibo, la segunda ciudad en importancia.
Cabe señalar que el canciller venezolano, Jorge Arreaza, ya había advertido que la CIDH no podría ingresar a Venezuela. "El Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela no ha invitado o aceptado visita de delegación alguna de la CIDH. La visita anunciada en medios NO está autorizada".