Convoyes de tractores convergieron en el centro de la ciudad de Barcelona el miércoles y agricultores bloquearon carreteras en toda España en protestas contra los altos costos, la burocracia y la competencia barata que se han extendido desde otras partes de Europa.
En su segundo día de protestas, los agricultores españoles planearon interrumpir el tráfico y reunirse con las autoridades locales para explicar sus quejas. Unas 15 carreteras principales en toda España fueron bloqueadas el miércoles por la tarde, dijeron las autoridades de tráfico.
Los agricultores de toda Europa, incluidos Alemania, Francia, Italia y Bélgica, han protagonizado protestas en ocasiones violentas.
Dicen que las normas de la Unión Europea para proteger el medio ambiente los hacen menos competitivos que los agricultores de otras regiones como América Latina. También se quejan de lo que consideran medidas burocráticas cada vez más onerosas.
“El precio de los productos siempre lo fija el empresario que los compra, y luego puede comprar en otros países que no siguen las mismas restricciones que nosotros”, dijo a Reuters el agricultor Joan Mata, de 22 años, de camino a Barcelona.
En Castellón, en la costa oriental de España, los agricultores bloquearon la entrada principal al puerto con tractores, quemaron neumáticos y organizaron una sentada de protesta. Los agentes policiales desalojaron a los manifestantes uno por uno sin violencia, poniendo fin al bloqueo.
“Es una competencia totalmente desleal”, dijo a Reuters el citricultor Felipe Doménech, de 55 años, a las puertas del puerto. “Si la fruta viene del exterior, debe entrar en las mismas condiciones”.
El líder sindical Unai Sordo describió el martes a los agricultores que protestaban como empresarios, no como trabajadores agrícolas, pero dijo que eso no socavaba la legitimidad de sus demandas.
“Tienen razón en algunas demandas y menos en otras”, dijo a los periodistas.
Las protestas llevaron al gobierno español a distribuir un subsidio adicional de 269 millones de euros (290 millones de dólares) para unos 140.000 agricultores y a que la Comisión Europea, el ejecutivo de la UE, descartara un plan para reducir a la mitad el uso de pesticidas en el bloque.