Los ataques ocurrieron el viernes cuando Dustin Theobald fue mordido por un tiburón en su pie, y al poco tiempo y a cerca de dos kilómetros un joven, del cual no informaron su nombre, fue atacado de forma similar.
Ambos se recuperan satisfactoriamente de las heridas, según las autoridades.
La ciudad de Fernandina, que cerró el mismo viernes la playa y la reabrió el sábado, anunció que el cuerpo de bomberos "está alerta y continuará monitoreando" las aguas.
El joven sufrió heridas punzantes, mientras que Theobald recibió ese mismo tipo de heridas y varias laceraciones.
Los ataques de tiburones suelen ocurrir en aguas del sur de Florida, a donde llegaron a partir de marzo pasado miles de tiburones de punta negra (Carcharhinus melanopterus).
En 2017 Florida fue una vez más el estado que registró un mayor número de ataques no provocados de tiburones, con 31 agresiones, el 35% del porcentaje de un total mundial de 88.
La cifra es algo más alta que la registrada en los pasados cinco años, cuando la media mundial fue 83, según un informe divulgado en febrero pasado en el que se alerta del "declive" de la población mundial de escualos.
Pese al aumento, solo cinco de esos ataques resultaron mortales, de acuerdo con el informe anual del Archivo de Internacional de Ataques de Tiburones (ISAF) de la Universidad de Florida, en Gainesville.