La cifra de muertos por un naufragio de migrantes frente al sur de Italia aumentó a por lo menos 64 personas luego de que los rescatistas hallaron varios cuerpos más el lunes, en una nueva tragedia derivada de los peligrosos trayectos en bote de personas que intentan llegar a Europa. Se cree que hay decenas de desaparecidos.

Por lo menos ocho de los muertos eran niños que perecieron tras romperse el domingo una embarcación de madera en medio de un mar tormentoso cerca de la costa calabresa. Ochenta personas sobrevivieron.

“Muchos de ellos no sabían nadar y vieron a personas desaparecer en las olas; los vieron morir”, comentó Giovanna Di Benedetto de Médicos Sin Fronteras, que envió psicólogos para ayudar a los sobrevivientes.

Se temía que hubiera más muertos, ya que, según los supervivientes, la embarcación, que zarpó de Turquía la semana pasada, transportaba a unas 170 personas. La televisión estatal reportó que la policía dijo el lunes por la noche que el número de muertos había aumentado a 64 después de que se recuperaran dos cadáveres más, entre ellos el de un niño de 14 años.

Las autoridades de la ciudad sureña de Crotona pidieron a los familiares proporcionar descripciones y fotografías de sus seres queridos para ayudarles a identificar a los muertos en una morgue improvisada instalada en un estadio deportivo.

Las autoridades italianas rechazaron las críticas de que se emprendió un rescate tardío, señalando que habían enviado dos barcos de rescate poco después de que la agencia fronteriza de la Unión Europea avistara el bote de 6 metros (20 pies) el sábado por la noche mientras se dirigía hacia la costa. Los rescatistas tuvieron que regresar debido al mar agitado, señalaron las autoridades.

La playa en Steccato di Cutro, en la costa de Calabria sobre el mar Jónico, estaba llena de restos de la embarcación, así como de algunas pertenencias de los migrantes: un zapato rosa de niño, un pantalón de pijama y un estuche de plástico para lápices decorado con pandas. Algunos chalecos salvavidas estaban esparcidos entre los escombros.

Las Naciones Unidas y Médicos Sin Fronteras dijeron que muchas de las víctimas eran afganos, entre ellos miembros de familias grandes, al igual que paquistaníes, sirios e iraquíes. Las solicitudes de asilo de personas de nacionalidad afgana en la Unión Europea fueron las segundas más numerosas el año pasado, en momentos en los que el país vive problemas de seguridad, humanitarios y económicos tras la toma del poder por parte de los talibanes en agosto de 2021.