Cinco estadounidenses que habían sido encarcelados en Irán estaban de regreso a casa en un acuerdo que incluye la liberación de miles de millones de dólares en ingresos por ventas de energía iraní que estaban bajo sanciones estadounidenses, dijeron altos funcionarios norteamericanos.
La liberación de los estadounidenses, todos los cuales tienen al menos doble nacionalidad, se produce en el contexto de los esfuerzos fallidos de la administración Biden para reactivar las conversaciones nucleares con Irán y las críticas republicanas sobre la decisión de la Casa Blanca de liberar los fondos, que según el gobierno son para utilizarse estrictamente con fines humanitarios.
“Hoy (lunes), cinco estadounidenses inocentes que fueron encarcelados en Irán finalmente regresan a casa… después de soportar años de agonía, incertidumbre y sufrimiento”, dijo el presidente Joe Biden en un comunicado. El mandatario instó a los estadounidenses a no viajar a Irán.
El mes pasado, Irán trasladó a cuatro estadounidenses a arresto domiciliario desde la famosa Prisión de Evin de Teherán, con la intención de permitirles viajar a Estados Unidos antes de la Asamblea General de las Naciones Unidas de este año, que comenzaba este lunes. Un quinto estadounidense ya vivía bajo arresto domiciliario. Cinco iraníes también serán liberados como parte del acuerdo, según funcionarios estadounidenses; todos habían sido condenados por delitos no violentos.
Tanto Biden como el presidente iraní, Ebrahim Raisi, están en Nueva York para la reunión anual, pero funcionarios estadounidenses dijeron que no se esperaban reuniones de alto nivel entre funcionarios norteamericanos e iraníes esta semana.
La liberación de los cinco estadounidenses se produce días después de que la administración Biden emitiera una exención para que los bancos internacionales transfirieran 6.000 millones de dólares en dinero iraní congelado desde Corea del Sur a Qatar, sin entrar en conflicto con las sanciones estadounidenses. Se consideró que esta acción procesal allanaba el camino hacia la liberación de los estadounidenses detenidos.
La administración Biden dice que Washington tendrá cierto control sobre cuándo y cómo los iraníes gastan los fondos liberados, señalando que el acuerdo se adhiere a la política estadounidense de larga data de garantizar que las sanciones no impidan que alimentos, medicinas y otros bienes y servicios humanitarios fluyan hacia los iraníes comunes y corrientes.
Junto con la liberación de los detenidos norteamericanos, Estados Unidos está imponiendo nuevas sanciones al Ministerio de Inteligencia de Irán y al expresidente Mahmoud Ahmedinejad “por su participación en detenciones injustas”, dijo Biden.
Los republicanos condenaron la decisión de liberar los fondos, advirtiendo que crea un incentivo para que los adversarios de Estados Unidos tomen rehenes en el futuro.
Un alto funcionario de la administración afirmó: “La alternativa era que estos estadounidenses nunca regresaran a casa”.
Entre los liberados se encuentran Siamak Namazi, detenido en octubre de 2015 durante un viaje de negocios a Irán acusado de cooperar con un gobierno hostil; el ambientalista Morad Tahbaz, que fue encarcelado en 2018 y ha cumplido cinco años de una condena de 10 años tras ser declarado culpable de espionaje; y el empresario Emad Shargi, detenido en 2018 y condenado sin juicio en 2020 a 10 años de prisión por espionaje. Los tres tienen doble nacionalidad estadounidense e iraní. Tahbaz también tiene la nacionalidad británica.
Otras dos personas, entre ellas al menos una mujer, también fueron liberadas, pero pidieron que sus identidades se mantengan en privado. A los familiares de dos de los detenidos, a quienes se les había prohibido abandonar Irán, también se les permitió salir con los cinco detenidos, señalaron funcionarios de la administración.
Un alto funcionario de la administración dijo que los detenidos serían transferidos de la custodia iraní a la qatarí en Doha, antes de volar al área de Washington, D.C.
Durante años, los funcionarios estadounidenses han presionado para que se libere a los norteamericanos encarcelados en Irán. Estados Unidos ha dicho que los cargos contra los estadounidenses eran falsos y que el gobierno iraní los estaba utilizando como moneda de cambio.
Suiza, que ha representado los intereses diplomáticos de Estados Unidos en Irán desde que Washington y Teherán cortaron sus relaciones poco después de la Revolución Islámica de 1979, ha estado involucrada en las negociaciones, y Qatar y Omán también ayudaron, dijeron funcionarios estadounidenses.
La administración Biden ha estado tratando de enfriar las tensiones con Teherán, que se han disparado este año. Irán ha proporcionado mortíferos drones a Rusia para su guerra en Ucrania, ha seguido adelante con el enriquecimiento de uranio y se ha apoderado de petroleros en el golfo Pérsico.
Los funcionarios dijeron que estos esfuerzos eran paralelos, pero no vinculados, a los esfuerzos por frenar el ritmo del programa nuclear de Irán. Durante el gobierno del expresidente Donald Trump, Estados Unidos se retiró de un pacto nuclear internacional de 2015 que imponía límites a las actividades nucleares de Teherán a cambio de la eliminación de las sanciones económicas. Los esfuerzos por reactivar ese acuerdo durante la administración Biden han fracasado y el programa nuclear de Irán ha avanzado.
La pregunta sigue siendo si la liberación de los prisioneros estadounidenses por parte de Irán estimulará un acuerdo más amplio entre Teherán y Occidente en el frente nuclear y en la región.
Hasta ahora, el panorama es mixto. En los últimos meses, Irán ha reducido el ritmo al que ha acumulado uranio casi apto para armas. Esa medida ha alentado la esperanza de que las negociaciones sobre el programa nuclear de Irán puedan reanudarse después de una pausa de más de un año.
Pero el sábado surgieron nuevos problemas cuando la Agencia Internacional de Energía Atómica informó que Teherán había prohibido a algunos de los inspectores de la agencia monitorear las actividades nucleares de Irán.
“Estos inspectores se encuentran entre los expertos más experimentados de la Agencia y con conocimientos únicos en tecnología de enriquecimiento”, escribió en un comunicado Rafael Grossi, director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica. “Esta decisión profundamente lamentable de Irán es otro paso en la dirección equivocada”.
Mientras tanto, en la región, las milicias respaldadas por Irán no han llevado a cabo ningún ataque contra las fuerzas estadounidenses en Irak o Siria desde marzo. Pero Estados Unidos ha enviado aviones F-35 avanzados junto con otros aviones de combate, barcos y marines a la región del golfo Pérsico para disuadir a Irán de intentar apoderarse de petroleros.
Un alto funcionario de la administración dijo: “Tenemos una fuerte política de disuasión en la región, pero también nos hemos centrado en utilizar la diplomacia para reducir los conflictos siempre que podamos”.