La formación de un gobierno en España se ve más lejana que nunca. El domingo triunfó nuevamente el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), pero con solo 120 escaños- tres menos que en abril- lo que lo aleja aún más de la mayoría absoluta de 176 escaños. A pesar de que los resultados no favorecen al Presidente en funciones, Pedro Sánchez, el gran derrotado de la jornada fue Ciudadanos, que perdió 47 escaños de los 57 que obtuvo en las elecciones pasadas. El partido de centro sufrió un desplome que, según expertos, amenaza su sobrevivencia.
La situación es tan crítica que su presidente, Albert Rivera, que ha liderado al partido desde su nacimiento en 2006, anunció hoy su renuncia, además de su retiro definitivo de la política. "En coherencia con lo que soy, no creo que sorprenda que hoy dimita. Sea justo o injusto, es lo responsable", señaló el político de 39 años en una conferencia de prensa.
Rivera convocó además a un congreso extraordinario, para que los mismos militantes elijan a la próxima persona que tomará las riendas del partido, y asumió la responsabilidad tras la caída. "A quien escogen para liderar un proyecto no se puede esconder, tiene que dar la cara siempre, y es lo que he hecho toda mi vida. Cuando hay éxitos en un proyecto colectivo, los líderes tenemos que saber que los éxitos son de todos, pero los malos resultados son del líder", señaló el exdiputado.
Crisis en Ciudadanos
"Feliz" y "con gratitud" se va Rivera, tras 13 años al mando. Pero según analistas, su salida no soluciona la crisis de Ciudadanos, porque no les devuelve los votos que perdieron. "No significa que la crisis esté cerrada. Es su líder fundador, esto va a llevar a una reformulación entera del partido. No sabemos quién será el nuevo liderazgo, pero ahora entra en situación de dificultades económicas para su propia sobrevivencia. Ciudadanos continúa gobernando en coalición con el Partido Popular en algunas regiones importantes, como Andalucía, Madrid, Castilla y León, o Murcia. Pero esos son todos los recursos que le quedan", dice el politólogo Pablo Simón a La Tercera.
A pesar de que los expertos coinciden en que la caída del partido no es de completa responsabilidad de su líder, sí creen que se debe en parte a su gestión. "Una estrategia alternativa, que decidió no tomar, hubiese sido construir una base de votantes más pequeña que la que tuvo en abril, pero más grande y sólida que la que le ha quedado ahora, basada en la moderación y un orden liberal, ideológicamente similar a lo que sería Evópoli en Chile", señala Jorge Galindo, sociólogo español y columnista de El País.
Escenarios para el PSOE
El de Ciudadanos no fue el único fracaso. Si bien los socialistas lograron nuevamente un triunfo con 120 escaños, están lejos de la mayoría absoluta que necesitan para formar un gobierno. Esto los pone en el mismo escenario en el que se encontraban antes de la repetición electoral.
"Hay tres alternativas sobre la mesa. El pacto con Ciudadanos, el Partido Popular (PP) y otros partidos nacionalistas pequeños; el pacto solo con el PP o el pacto con la izquierda y los independentistas. Ninguna de ellas parece particularmente factible ni sencilla, y eso nos lleva a pensar no solo si va a haber terceras elecciones o no, sino cuántas veces vamos a votar durante la siguiente década en España", señala Galindo.
De acuerdo a Simón, la situación es incluso más compleja, ya que el PSOE solo tendría dos opciones. La primera sería buscar un acuerdo con Unidas Podemos, el recientemente formado Más País y los partidos regionalistas, además de lograr la abstención de los independentistas. La segunda sería intentar que el Partido Popular y Ciudadanos se abstengan, y sumar algunos votos regionalistas. "Las dos vías son complicadas, la primera por la enorme heterogeneidad de los apoyos que necesita y la desconfianza entre los socios, y la segunda porque la abstención de la derecha no garantiza que el Partido Socialista tenga una mayoría parlamentaria suficiente para gobernar", advierte el politólogo español.