"En diferentes ciudades y regiones del sur de Europa estamos viendo y viviendo movimientos de denuncia, movilización y resistencia frente los procesos de turistización que se están produciendo".

Así empieza el manifiesto presentado la semana pasada por la Red de Ciudades del Sur de Europa frente a la Turistización (Red SET), una iniciativa impulsada en un primer momento por diversas asociaciones de Barcelona, pero que ya cuenta con el apoyo de 14 ciudades europeas, de las cuales 11 son españolas.

Palma de Mallorca, Barcelona, Madrid, Sevilla, Valencia, Pamplona, Málaga, Girona, San Sebastián, Canarias, Camp de Tarragona, Lisboa, Venecia y Malta son las ciudades que forman parte de la red.

Daniel Pardo, miembro de la Asamblea de Barrios para un Turismo Sostenible (ABTS), ubicada en Barcelona, explicó a La Tercera que la Red SET es la "culminación de varios meses de encuentros y trabajo colectivo" con un objetivo claro: "Unificar e intercambiar experiencias y conocimientos sobre el fenómeno del turismo atractivo o el turismo de masas", que cada vez "afecta a más ciudades y regiones del sur de Europa".

Para Pardo, las ciudades más castigadas son Barcelona, Venecia y Palma de Mallorca. Sin embargo, cree que no es casualidad que este fenómeno se dé en el sur de Europa. "No es para nada una casualidad. En un principio, esta era una cuestión que no formaba parte de nuestro discurso, sin embargo, a medida que lo íbamos construyendo nos dimos cuenta de que todas las ciudades compartíamos un problema de fondo común. Fuimos las más castigadas por la crisis económica y las políticas de austeridad, lo que hizo que la industria del turismo se volviera cada vez más importante y dependiéramos de eso".

"Tourist go Home"

El año pasado, diversos colectivos inundaron Barcelona con carteles y calcomanías con un mensaje claro: "Tourist go home" (turista, vete a casa), como muestra de rechazo al modelo de turismo al que está sometida la capital catalana. En Venecia, las autoridades instalaron puertas temporales en los extremos de los puentes para bloquear la entrada de turistas a la ciudad, en el caso que considere que son demasiados y en Palma de Mallorca, el municipio prohibió la semana pasada el arriendo de viviendas para uso turístico.

El manifiesto fundacional de la red, que se presentó el 26 de abril en varias ciudades, explica que que el origen de este conflicto está en la "precarización y la reducción del derecho a la vivienda -debido a la dificultad de acceso a la misma y provocado por el alza descontrolada de los precios por el auge de los arriendos turísticos-, el encarecimiento y desaparición de comercio local, la masificación del espacio y el transporte público; las condiciones laborales precarias en el empleo vinculados al turismo o la banalización de entornos urbanos y naturales".

Para las ciudades que forman la Red SET es necesario ir más allá y "poner límites a la industria turística, adoptar políticas fiscales diferenciadas para las viviendas destinadas a turistas y a vecinos o el decrecimiento turístico acompañado por políticas de fomento de otras economías justas".

Con todo, Daniel Pardo advirtió que este fenómeno no es exclusivo de Europa, sino que en ciudades como Santiago o Valparaíso, con la creciente demanda turística, "el problema también se divisa en el horizonte". "Aunque no son comparables, por superficie y capacidad, este modelo turístico es muy atractivo para la economía de un país, pero ya se ha visto que no se tienen en cuenta las consecuencias sociales", añadió.