Civiles ucranianos se unen para defender la patria de la amenaza rusa

En la batalla por Kiev, las tropas rusas se enfrentan no solo a las fuerzas armadas ucranianas, sino también a miles de civiles, incluido el propietario de una pizzería y un asesor político.

Las autoridades dicen que han distribuido 18.000 rifles a voluntarios en la capital dispuestos a luchar. Los sitios web y los canales de redes sociales publicaron instrucciones sobre cómo hacer cócteles molotov. Los grupos están coordinando espontáneamente los puntos de almacenamiento y distribución de alimentos, ropa y combustible. La batalla incluso está atrayendo a combatientes locales del exterior.

“Estoy cumpliendo con mi deber tanto como ciudadano ucraniano, padre e hijo”, dijo Kostyantyn Batozsky, un consultor político de 41 años que dijo que estaba moviendo un arma por primera vez.

Las tropas rusas se están acercando a Kiev desde el norte y el oeste, y ya se están produciendo tiroteos dentro de la ciudad. Funcionarios ucranianos dijeron que decenas de saboteadores que se habían infiltrado en Kiev habían muerto.

“Detengan al enemigo en todas partes, donde sea que puedan”, dijo el Presidente ucraniano Volodimyr Zelensky en un discurso televisado el viernes por la noche. “Quema vehículos enemigos con todo lo que puedas”.

La creciente resistencia popular de Ucrania representa una de las mayores amenazas para los planes de cambio de régimen del Presidente ruso, Vladimir Putin, en la ex república soviética. La oleada de gente común que tomó las armas contra el abrumador poder militar de Rusia socava la narrativa que usó Putin para justificar su invasión: que el país no está dirigido por verdaderos ucranianos, sino, como dijo en televisión el viernes, por una “banda de drogadictos” y “neonazis que se establecieron en Kiev y tomaron como rehén a todo el pueblo ucraniano”.

Si las fuerzas rusas ingresan a la capital en gran número, la guerra entrará en una fase peligrosa y casi seguramente más sangrienta de guerra urbana en una antigua capital europea que se extiende a lo largo de dos orillas del río Dniéper, que unos tres millones de personas llaman hogar.

La resistencia popular plantea una perspectiva real para Moscú de una guerra nacional prolongada contra los combatientes contrainsurgentes que podría agotar los recursos rusos, avergonzar al Kremlin y convertir a sus líderes en parias internacionales aún mayores a medida que aumentan las muertes de civiles.

Funcionarios ucranianos y occidentales dicen que el asalto ruso a la capital tiene como objetivo matar o capturar a los líderes del país e instalar un gobierno títere. Pero también dicen que Putin ha juzgado mal la voluntad y la capacidad de lucha del Ejército y los ciudadanos de Ucrania.

En los puestos fronterizos polacos en el sureste del país, un flujo constante de ucranianos que han estado viviendo en Polonia han cruzado a pie y en automóviles, respondiendo llamadas en las redes sociales para unirse a la lucha.

“Todas las empresas de camiones en Europa tienen conductores ucranianos y nos estamos organizando para ir”, dijo Vitalis Kos, un camionero de 38 años, que esperaba cruzar la frontera. El automóvil detrás de él y otro en el frente también llevaban hombres al frente. “No vamos a dejar que convierta nuestro país en Siria”, dijo Kos.

Alrededor de un millón de ucranianos viven en Polonia, un país que apoya fervientemente la lucha de su vecino del este. Las armas y las municiones ahora fluyen a través de la frontera de Polonia con la bandera de la Unión Europea, pasando a los hombres ucranianos que hacen señas a los autos para que los lleven.

“En las redes sociales, esto es de lo que habla la gente”, dijo Pasha, un joven ucraniano que hace dedo para cruzar otro cruce fronterizo cercano. “Voy a luchar por mi familia, mi novia y toda Ucrania”.

El espíritu de los ucranianos se han levantado en los últimos días por las heroicas historias de resistencia, a menudo frente al enorme poder de fuego ruso. Funcionarios militares dijeron que un ingeniero del ejército se inmoló junto con un puente de carretera para detener una columna de tanques rusos en el sur de Ucrania. Los guardias fronterizos en la Isla Serpiente en el mar Negro respondieron negativamente a la demanda de rendición de un buque de guerra ruso, diciendo en un mensaje de radio compartido en línea por los funcionarios: “¡Vete a la mierda!” Fueron aniquilados por los rusos y serían reconocidos póstumamente como Héroes de Ucrania, el más alto honor del Estado, dijo Zelensky.

El Presidente ruso dijo que sus fuerzas se enfrentan principalmente a “formaciones nacionalistas” en lugar de unidades regulares del Ejército ucraniano, una afirmación ridiculizada por ucranianos de diversos orígenes.

Proteger a la familia y el hogar es normal para cualquiera, dijo Batozsky, “incluso para un niño judío gordo” como él, que huyó de la ciudad oriental de Donetsk en 2014 cuando fue tomada por militantes liderados por Rusia.

“No nos retiraremos ni nos rendiremos”, escribió en su página de Facebook el propietario de una pizzería, Leonid Ostaltsev, un veterano de guerra. “Junto con la policía, los veteranos, figuras culturales, civiles y nuestro ejército, le mostraremos al mundo lo que es UCRANIA”.

“Bienvenidos al infierno, invasores rusos”, agregó en inglés.

El gobierno de Ucrania a principios de este año estableció los llamados batallones territoriales de combatientes voluntarios que se entrenaron para este tipo de escenario. Ahora, el gobierno está entregando rifles y municiones a cualquiera que esté dispuesto a luchar. Se formaron filas en los puntos de distribución y las autoridades dijeron que tendrían que traer más armas.

Los batallones territoriales han estado persiguiendo a los saboteadores, reforzando las barricadas policiales y protegiendo la infraestructura, como los puentes.

Batozsky, el consultor político, dijo que fue a recoger un rifle el viernes después de escuchar al alcalde de Kiev, el excampeón de boxeo de peso pesado Vitali Klitschko, apelar a la defensa total de la ciudad.

Grupos de toda la ciudad comenzaron a organizarse espontáneamente para reunir los suministros que pueden necesitar los defensores de la ciudad en un solo lugar, desde alimentos hasta botiquines médicos.

Los ucranianos tienen mucha experiencia organizando la resistencia entre ellos. En 2014, establecieron un campamento de protesta en expansión en la plaza central de Kiev y le proporcionaron alimentos, suministros médicos, material para construir barricadas y, en medio de enfrentamientos con la policía, cócteles Molotov y otras armas. Esas protestas derrocaron a un presidente prorruso, lo que llevó a Moscú a invadir y apoderarse de Crimea y partes del este de Ucrania.

Los ucranianos volvieron a entrar en acción después de eso, organizando milicias de voluntarios y transportando alimentos, ropa y equipo a las unidades de primera línea del ejército de Ucrania, que en ese momento estaba desgastado debido a años de negligencia y corrupción.

Batozsky se desempeñó en 2014 como asesor del gobernador de la región de Donetsk, donde Rusia utilizó representantes para forjar un estado separatista. Ahora, coordina los preparativos para resistir a los invasores rusos con un grupo de amigos conocidos por su activismo en línea.

“Somos guerreros de internet”, dijo, “pero ahora con armas”.