En poco más de una semana, Claudia Sheinbaum asumirá la presidencia de México. Si bien es un hecho histórico, por ser la primera mujer en asumir ese cargo, sus primeros días le deparan un escenario económico (social y político) complejo. El país ha vivido un período de transformación bajo la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), marcado por una reforma judicial y la implementación de programas sociales ambiciosos.

La presidenta electa del partido gobernante Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) no sólo obtuvo una victoria aplastante, sino que su partido y sus aliados consiguieron la mayoría de dos tercios que necesitan para aprobar los controvertidos cambios constitucionales, quizá antes de que ella tome posesión el 1 de octubre.

“La gran sorpresa del día de la elección no fue el triunfo de Claudia, que era bastante esperado, sino que lograron una interpretación favorable de la medida constitucional que les permite sobre-representarse de forma significativa. Estaban muy cerca de alcanzar los dos tercios requeridos en ambas cámaras del Congreso”, señala a La Tercera Carlos Elizondo Mayer-Serra, politólogo y académico en la Escuela de Gobierno y Transformación Pública del Tecnológico de Monterrey.

Las modificaciones son obra del predecesor y mentor de Sheinbaum, el presidente López Obrador, quien ha mantenido altos niveles de popularidad gracias a una combinación de políticas y su carisma, quien espera que estas medidas consoliden su legado.

Así, este mes fue tildado por la prensa mexicana como “ventana de septiembre”, puesto que el gobierno de AMLO podría empezar a aprobar en el Congreso reformas constitucionales inherentes a su llamada Cuarta Transformación. Se da por supuesto que el gobierno tendrá en el Congreso las mayorías calificadas necesarias (66%) para hacer esas reformas sin consultar con otras fuerzas políticas.

Según explica a La Tercera María Calderón, asociada de Programa en el Instituto México del Centro Wilson, “este es el único mes donde el nuevo Congreso tiene mayoría en la Cámara de Diputados y pueden lograr mayoría en la Cámara de Senadores. Es el último mes donde López Obrador todavía es presidente, entonces es este mes donde las reformas constitucionales que AMLO expuso y presentó en febrero de 2024, tendrán la oportunidad de ser aprobadas en ambas cámaras. Este mes va a definir qué marco legal, qué reformas ya aprobadas, le va a heredar López Obrador a Claudia y eso al final de cuentas va a ser una agenda política y legislativa para ella”, explica.

Entre las reformas, se encuentra la supresión de la representación proporcional en el Congreso para asegurar una mayoría del 70% y permitir cambios constitucionales sin oposición, la eliminación de órganos autónomos del Estado, como el Instituto Nacional Electoral (INE) -que organiza las elecciones locales y federales- y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), y su incorporación bajo el control del Ejecutivo. También se encuentra la militarización del país, entregando el control de la Guardia Nacional a un mando militar.

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, el secretario de Defensa, Luis Sandoval, y el secretario de Marina, José Ojeda, asisten a una ceremonia en honor a las víctimas de los terremotos de septiembre de 1985 y 2017, en la Plaza del Zócalo en Ciudad de México, el 19 de septiembre de 2024. Foto: Reuters

Asimismo, las reformas contemplan la ampliación de la prisión preventiva oficiosa, permitiendo encarcelar a alguien solo por ser acusado, y la que ha sido la más debatida: la reforma del Poder Judicial para que los ministros y jueces sean electos, lo que ampliaría la tutela del gobierno sobre este poder. AMLO promulgó el domingo pasado esta polémica reforma constitucional que lo convierte en el primer país del mundo en implantar la elección popular de todos los jueces.

“Son reformas que tienen impactos muy serios a nivel político, a nivel económico y social, a nivel de cómo se entiende la democracia y el sistema político mexicano, entonces las consecuencias de las reformas son de gran alcance”, explica Calderón.

Satisfacer a AMLO

Para Jeffrey Allen Weldon, académico en el Departamento de Ciencia Política en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), quien investiga sobre política interna de México, su sistema legislativo y la relación bilateral con Estados Unidos, el desafío principal de Sheinbaum será satisfacer a su antecesor. “El primer reto de Claudia será cumplir con lo que quería AMLO antes de dejar el poder y lo que no ha cumplido antes del 1 de octubre, y ya trabajar en eso”, afirma.

“No creo que desaparezca AMLO. Creo que sí estará influyendo. Va a seguir hablando. Va a intentar seguir influyendo en los asuntos del partido y en los asuntos del país. Y Sheinbaum va a tener que lidiar con cualquier diferencia que tenga López Obrador con sus proyectos o sus planes, porque él va a estar opinando de forma diaria a los esfuerzos o la actividad del gobierno federal de Claudia de aquí en adelante”, anticipa.

Claudia Sheinbaum saluda junto al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, tras ser elegida por el gobernante Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) como su candidata, en Ciudad de México, el 7 de septiembre de 2023. Foto: Reuters

Sheinbaum, ya “emuló muchas de las frases y de los estilos de comunicación de AMLO, que tiene lógica en ser así, pues han sido extraordinariamente exitosos, pero va a tener que encontrar una voz propia, que sea creíble y que tenga autonomía frente al presidente. Ya le pidió emular las mañaneras diarias, así que seguiremos teniendo una conferencia de prensa a las 7 de la mañana de lunes a viernes, pero seguramente lo va a hacer a su estilo, que es distinto al del presidente, pero la estrategia va a ser la misma”, señala el politólogo Mayer-Serra.

Crisis de seguridad

“La situación ahorita actual de México es compleja. Hay muchos frentes abiertos al mismo tiempo y la presidenta electa que tomará posesión el 1 de octubre va a tener que ser muy estratégica y hábil para ir afrontando cada uno de estos retos de una manera rápida, porque el tiempo es apremiante. Entonces yo te diría que el primero es el tema de inseguridad”, afirma Calderón.

Según cifras retomadas por la empresa TResearch, durante el sexenio del presidente López Obrador se han registrado alrededor de 180 mil homicidios dolosos a lo largo de México. En el informe “Homicidios en México, cifras diarias e históricas” (actualizado hasta el 1 de marzo de 2024), dicha empresa dio a conocer el número de víctimas que se han registrado por dicho delito desde la administración de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994).

Un convoy del Ejército mexicano patrulla las calles de Culiacán, estado de Sinaloa, el 5 de enero de 2023. Foto: Archivo

Así, la empresa contabilizó que, desde diciembre de 2018 hasta el pasado mes de febrero de 2024, se reportaron 180 mil 609 homicidios, con un promedio diario de 95 casos. Esto significa que cada 15 minutos una persona es privada de la vida en el país, siendo el sexenio que concentra más homicidios dolosos. Para enfrentar dicho problema es que AMLO anunció la estrategia de transferir la Guardia Nacional a la Secretaría de Defensa Nacional. La Cámara Baja aprobó el jueves, con 362 votos oficialistas, esta reforma constitucional clave para López Obrador. La iniciativa ahora debe tramitarse en el Senado y en los congresos locales.

“Ellos van a ser quienes estén cuidando las calles, quien esté en temas de seguridad pública. Esto es peligroso porque no están entrenados para eso. Entonces el reto que va a tener Claudia es tener una estrategia particular de seguridad de la mano de la Guardia Nacional y ver de qué manera ella va a reestructurar y coordinarse con la policía”, señala Calderón a este medio. “Son realmente soldados con otro uniforme, no es realmente una policía. No tienen realmente ni entrenamiento ni organización de policías”, afirma Mayer-Serra.

La segunda estrategia consiste en reorientar a la población joven a programas de reinserción social, atacando las causas profundas del crimen y evitando confrontaciones directas con los cárteles. “Esa fue la estrategia de AMLO, la famosa idea de ‘abrazos, no balazos’ de desaparecer la Policía Federal y crear la Guardia Nacional, y atender una las presuntas causas de la violencia, que sería la exclusión social. Esa estrategia ha sido un fracaso. La violencia no amainó y el crimen organizado se ha expandido en muchas zonas que no tenían esa presencia”, explica el politólogo del Tecnológico de Monterrey.

Vehículos en llamas bloquean una carretera tras la captura del capo de la droga Ovidio Guzmán, en Culiacán, Sinaloa, México, el 5 de enero de 2023. Foto: Reuters

Cuando fue alcaldesa en Ciudad de México, Sheinbaum “tuvo una estrategia más inteligente que la de AMLO (...) de confrontar a los principales cabecillas de las bandas criminales que más violentan, las que más rompían el orden público”, explica Mayer-Serra. Junto con su secretario de seguridad ciudadana, Omar García Harfuch, un expolicía que jugó un rol clave en esta estrategia, “hizo una estrategia de inteligencia primero, de ver quiénes son los capos, cuáles son sus mercados, quiénes son los más disruptivos, y fue teniendo presencia policíaca, encarcelando a los más violentos, poniendo límites al tipo de delitos que tenían prioridad en su atención, con una gran capacidad operativa para hacerlo”, compara.

Riesgo a la inversión

El domingo pasado, López Obrador firmó el decreto para la publicación en el Diario Oficial de la Federación de la reforma constitucional al Poder Judicial. Ello se produjo dos días después de que fuera aprobada por el Congreso de la Unión (diputados y senadores), así como por la mayoría de las legislaturas estatales. En primer lugar, la modificación no ha sido bien vista por los críticos, quienes aseguran que no será eficaz en combatir la corrupción.

“Es cierto que México tiene un sistema judicial deficiente, un sistema judicial de muchísima impunidad, donde más del 97% de los delitos quedan impunes en México, lo cual es una locura. Pero si uno verdaderamente quisiera solucionar los problemas de fondo tendría que reformar los poderes judiciales locales, tendría que reformar las fiscalías, que son el primer contacto con el ciudadano cuando ha habido una injusticia o se ha cometido un delito”, asegura Calderón.

Plataformas petroleras vistas desde el centro de procesamiento de petróleo Ku-S de Pemex (Petróleos Mexicanos), en el Golfo de México, estado de Campeche, el 5 de agosto de 2010. Foto: Archivo

Con la reforma judicial ya en vigor, la Cámara de Diputados se concentrará en la presentación del primer Paquete Económico de la presidenta Sheinbaum. Este paquete, que se debe entregar antes del 15 de noviembre, incluye un ambicioso presupuesto superior a 10 billones de pesos mexicanos, con un enfoque en el crecimiento económico a través de inversiones en el sector energético, la industria petrolera, y la infraestructura.

No obstante, la reforma al Poder Judicial plantea un desafío adicional, según afirma una editorial de The Wall Street Journal, ya que la incertidumbre jurídica generada por la modificación ha generado que las empresas retrasen sus planes para invertir alrededor de 35 mil millones de dólares en México, puesto que los inversionistas extranjeros temen que la reforma haga que los jueces se vuelvan dependientes de factores políticos o de los electores, en lugar de basarse únicamente en la ley.

“(Con la reforma), la impartición de justicia se va a ver muy afectada. Entonces, tú como inversionista no puedes tener una garantía de que cuando tengas un problema con el gobierno o con otro particular defendiendo tus inversiones, que ese conflicto se vaya a solucionar”, explica Calderón.

Relaciones con EE.UU.

De acuerdo con Jeffrey Allen Weldon, sería un mejor escenario para mantener en buen estado las relaciones bilaterales con EE.UU. si es que resulta electa la candidata por el Partido Demócrata, Kamala Harris, en las elecciones del próximo 5 de noviembre. Si Harris asume, “me imagino que va a ser una continuación muy similar a lo que tiene Joe Biden con AMLO. Eso puede ser interesante, ver cómo las dos mujeres negocian, se hablan y cosas así”, compara.

Donald Trump y su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador, en un intercambio de bates de béisbol en el Despacho Oval. Foto: Twitter Marcelo Ebrard

Por otro lado, “Trump ha amenazado con enviar misiles para frenar el crimen organizado. No creo que pase, pero sí dice que lo va a hacer. Para él es una forma muy machista y fácil de demostrar poder. Y no creo que Trump tenga el mismo tipo de relación amable con Claudia como la que tuvo con AMLO. No veo a Trump tratando muy bien, ni siquiera respetando a Sheinbaum. En general, AMLO le dio todo lo que quería a Trump. Cooperó con él por sus amenazas. Y creo que Sheinbaum podría ser más confrontacional, lo que podría traer otras consecuencias”, vaticina el académico.