El Presidente venezolano Nicolás Maduro ya tiene un contendiente menos para las elecciones presidenciales en las que buscará su reelección y que se llevarán a cabo de manera adelantada el 22 de abril. El sociólogo, académico y político opositor Claudio Fermín anunció ayer el retiro de su nombre debido a las "circunstancias de inviabilidad de lograr una candidatura" unitaria con la oposición, concentrada en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD). En conversación con La Tercera, Fermín analizó la delicada situación en que se encuentra la alianza opositora y las razones que lo llevaron a retirarse de la carrera.
¿Por qué decidió terminar con su candidatura presidencial?
Yo soy partidario de una candidatura unitaria porque solo con la unidad se puede derrotar el poder desmedido que en Venezuela se usa. He declarado que ya bajo estas condiciones no es posible construir una candidatura unitaria, una candidatura simbólica. Ya no quedaría un espacio para dejar un testimonio de protesta frente a la arbitrariedad. Y yo he dicho que una de las debilidades de los abstencionistas es que se limita a un planteamiento testimonial. Tiene un valor ético por supuesto, pero yo siempre he sostenido que elegir un Presidente distinto de Maduro, independiente de las trabas que después se le pongan, es distinto, ya que tenemos mucha conciencia y convocatoria nacional desde la oposición. Esa es la verdadera herramienta de cambio, mucho más potente que simplemente el testimonio de cambio frente a la falta de garantías.
Se veía venir que la alianza opositora no acudiría a las elecciones ¿Qué lo hizo tomar esta decisión?
Ayer (miércoles) ocurrió un hecho que la gente del gobierno ha llamado coloquialmente como la "megaelección". Esta fue convocada de manera inesperada, interrumpiendo el mandato que los electores dieron a concejales, a municipios, a diputados. Este llamado pretende interrumpir de manera abrupta esos mandatos. Lo hacen con doble propósito, lo hacen para ver cómo seducen a algunos partidos y organizaciones bajo el señuelo de que algunos de sus dirigentes locales podrían tener la oportunidad de ser diputados y concejales. Pero además el propio Maduro que no tiene capacidad de conquistar votos por sí mismo, porque está muy desprestigiado, pretende, llenando de expectación y ambición, poder llegar al cargo. Esta jugada del gobierno es una jugada repugnante porque lleva consigo anular la Asamblea Nacional que hemos venido defendiendo. La nueva situación es otro el marco.
La oposición ha denunciado la falta de garantías electorales ¿Usted cree que se pueda llegar a tener comicios transparentes en Venezuela?
Yo soy de quienes cree que lo que se llama aquí garantías electorales, redactado de otra manera, es pedirle al poder arbitrario que tenga equidad, que ponga normas democráticas. Soy de quienes piensa que eso es iluso y por eso he empleado la frase de que a la trampa se le puede derrotar porque cuando sacas las cuenta, de 19 millones de inscritos, hay mucho espacio. Hay solo seis millones de chavistas. Yo digo que si la Venezuela descontenta se une, por eso hablo de candidatura unitaria, podemos derrotar a la trampa. La podemos derrotar como ya se hizo en diciembre de 2015 cuando se conquistó la Asamblea Nacional. Se le conquistó porque hubo unidad y porque hubo concurrencia. El llamado a la abstención ha ido disminuyendo a la fuerza opositora. Por eso lo considero un grave error histórico. En ese sentido hay un grave obstáculo para la candidatura unitaria. Todavía nos podemos poner de acuerdo en un candidato, pero cuán unitaria sería si ya muchos sectores han sido conquistados y se están uniendo en la pasividad. Yo siempre he creído en la unidad proactiva.
¿Cuál fue su motivación para inicialmente querer entrar en la política?
Esa presentación la hice a propósito de una atmósfera política recargada de abstencionismo. El hábitat político general ha sido cubierto por los promotores de la abstención que desde mi óptica, aunque parten de un origen distinto, están llegando al mismo destino que el gobierno de Maduro cuando obstruye e impide el libre ejercicio del voto. El voto ha venido siendo acosado en mi país por una parte desde el poder como una organización irregular de elecciones, como un organismo que aquí llamamos Consejo Nacional Electoral y que se ha convertido en un organismo contra natura porque su razón de ser es la organización de elecciones y en los últimos años contradictoriamente su tarea diaria ha sido obstruir elecciones, diferir elecciones, someter al cansancio y al agobio a los electores, confundirlos, desinformarlos. De tal manera que el voto está siendo agredido desde el poder, pero también por otra parte, desde algunos sectores del descontento nacional que han sido muy notorios.