La primera reunión de Coalición Internacional contra el Estado Islámico se ha celebrado este miércoles en Marrakech, a petición del ministro de Exteriores marroquí, Nasser Burita, y el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, con el objetivo de reafirmar su determinación para luchar contra el grupo terrorista.
Los 84 miembros de la Coalición, que están comprometidos a enfrentarse a Daesh en todos los frentes, así como a desmantelar sus redes y contrarrestar sus ambiciones globales, se han comprometido a impulsar el Derecho Humanitario y la protección de los civiles.
Según un comunicado conjunto, los miembros que han asistido al encuentro han afirmado que la derrota “duradera” de Daesh en Irak y Siria “sigue siendo la prioridad número uno”. “A pesar de los importantes reveses sufridos por el liderazgo de Daesh en el pasado reciente, el grupo terrorista continúa realizando ataques en Irak y Siria y representa una amenaza constante”, han declarado.
El grupo ha puesto así el ejemplo del ataque contra la prisión de Ghueiran, situada en la provincia de Hasaka y bajo control de las autoridades kurdas, lanzado en el noreste de Siria el pasado mes de enero, que se ha saldó con más de 200 muertos.
Entre otras medidas, han destacado la necesidad de garantizar soluciones sostenibles a largo plazo para los combatientes del grupo terrorista y sus familiares en el noreste de Siria, incluidos los procedimientos legales apropiados para garantizar que los culpables de delitos rindan cuentas.
Bajo los auspicios de la Coalición, el Grupo de Enfoque de África reforzará, además, las capacidades antiterroristas dirigidas por civiles de los miembros africanos aprovechando las experiencias en Irak y Siria.
Por otra parte, el ministro marroquí ha denunciado que África se ha convertido en el principal objetivo de Estado Islámico, como demuestra que registró el 41 por ciento de los atentados cometidos por el grupo en todo el mundo en 2021.
En este sentido, los miembros de la Coalición que han asistido al encuentro han destacado la importancia de abordar las causas subyacentes de la inseguridad en África, al tiempo que han reiterado que cualquier solución duradera para detener la propagación del grupo terrorista en el continente dependerá principalmente de las autoridades nacionales.