Feligreses corrientes y magnates de altos vuelos procedentes de todo el mundo han prometido en total casi 1.000 millones de dólares para restaurar la catedral de Notre Dame en París tras un enorme incendio.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, subió la presión al fijar un plazo de cinco años para restaurar el monumento del siglo XII. Macron tenía previsto celebrar una reunión especial de gobierno dedicada al desastre.
El enviado presidencial de herencia cultural, Stephane Bern, dijo el miércoles a la cadena France-Info que por ahora se habían reunido 880 millones de euros (995 millones de dólares). Entre los donantes están Apple y magnates propietarios de firmas como L'Oreal, Chanel y Dior, así como católicos y otras personas de Francia y otros países.
Dentro de los esfuerzos de reconstrucción, el primer ministro francés anunció una competición internacional de arquitectura para rehacer la aguja de la catedral.
Edouard Philippe anunció el certamen tras una reunión especial del gobierno centrada en el suceso. El objetivo es "dar a Notre Dame una aguja adaptada a las técnicas y desafíos de nuestros tiempos", señaló.
Aún no hay una estimación de cuánto costará la renovación, señaló. "Este es obviamente un enorme desafío, una responsabilidad histórica".
Los equipos de construcción llegaron el miércoles por la mañana al lugar con una enorme grúa y una primera remesa de tablones de madera. Sin embargo, los expertos que investigaban el origen del incendio no habían podido mirar dentro del templo porque aún no era seguro, según la fiscalía de París.
Los investigadores continuarán celebrando entrevistas el miércoles, en una pesquisa que continuará hasta descubrir "la verdad e identificar el origen" del fuego. Los expertos hablaron el martes con unos 30 testigos, incluidos empleados de empresas que trabajan en la restauración de la iglesia y personal de seguridad.
Las autoridades atribuyen el fuego a un accidente.