Colegios en Inglaterra evalúan prohibir los celulares

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En Inglaterra analizan prohibir los celulares en las escuelas.

Desde la secretaría de educación publicaron una guía para que los establecimientos puedan no dejar entrar al colegio sin dejar el teléfono móvil afuera.


Una nueva medida aplicada en los establecimientos educativos de Inglaterra buscaría permitir a los profesores el prohibir el uso de teléfonos celulares en las salas de clases. La regla da el poder a los docentes para prohibir los artefactos incluso en los recreos, llegando a poner como castigo la “confiscación” del móvil de manera en que el profesor considere necesaria.

La guía, que viene de la secretaría de educación y que algunos quieren volver ley, también otorga a los docentes el poder de registrar mochilas, además de la protección legal contra ser demandados por los padres en caso de pérdida o daño de dispositivos confiscados.

Esta regla llega días después de que hablara la madre de Brianna Ghey, una joven trans que fue asesinada en 2023, hablara y pidiera que el asesianto de su hija fuera un “punto de inflexión” a la hora de arreglar “el desorden” que hay en internet y las redes sociales, en cuanto a las relaciones entre adolescentes.

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La propuesta que están recibiendo las escuelas implica distintos niveles de dureza en cuanto a la prohibición. La más agresiva es la prohibición total en el terreno de la escuela, pidiendo a los alumnos que dejen los celulares en casa con sus padres. Esta opción, aseguran desde las autoridades escolares inglesas, provee una “barrera muy simple” para el castigo si fuese a haber un celular encontrado en la propiedad escolar.

Una segunda opción más leve es la de que los pupilos y alumnos tengan que pasar, en la mano, sus artefactos al personal del colegio a la hora de llegar, y recuperarlos al final del día. En ese sentido, se esta hablando también de casilleros a los que solo se podría acceder al inicio y final del día de clases. Una opción más liberal es, finalmente, la de permitir a los estudiantes el tener consigo los teléfonos, pero solo con la “estricta condición de que no sean nunca usados, vistos o escuchados”. Las consecuencias en este caso tendrían que ser “lo suficientemente duras para que funcionen como una amenaza efectiva”, indica la guía, asegurando que es importante que las escuelas refuercen esto de “manera vigorosa, consistente y visible”.

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La secretaria de Educación británica Gillian Keegan, dijo a BBC Breakfast que la guía tiene como objetivo ofrecer “coherencia para restablecer la norma social de que no hay lugar para los teléfonos móviles en nuestras escuelas durante toda la jornada escolar”. Comentó también que actualmente había un panorama mixto en materia de políticas: algunas escuelas permitían el uso de teléfonos móviles durante los recreos y otras tenían una prohibición total.

Cuando se le preguntó si iría más allá e introduciría legislación, la señora Keegan dijo: “Consideraríamos qué más se necesita hacer si esta guía no funcionara”. De todos modos, no hay unanimidad en si es necesaria o no esta guía.

Desde el sindicato Asociación de Líderes Escolares y Universitarios (ASCL), no esperan que las nuevas directrices tengan algún efecto perceptible. ”La mayoría de las escuelas ya prohíben el uso de teléfonos móviles durante la jornada escolar o sólo permiten su uso en circunstancias limitadas y estipuladas”, afirmó el secretario general Geoff Barton: “Hemos perdido la cuenta del número de veces que los ministros han anunciado medidas enérgicas contra los teléfonos móviles en las escuelas. Es una no-política para un no-problema”.

Uno de cada tres alumnos de secundaria afirma que los teléfonos se utilizan en la mayoría de las clases sin permiso. El departamento de educación inglés citó cifras de Ofcom que muestran que el 97% de los niños tienen su propio teléfono a la edad de 12 años. También la Unesco se ha manifestado para que se prohíban los teléfonos en las escuelas después de la evidencia científica, que vincula su uso con un menor rendimiento educativo.

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