Un comando de hombres armados, aún sin identificar, secuestró el martes por la tarde a 14 policías estatales en el sur de México, lo que motivó un fuerte despliegue de fuerzas federales y locales, informaron autoridades.
La Secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana de Chiapas informó en un breve comunicado que los 14 uniformados secuestrados son hombres y que se implementó un operativo aéreo y terrestre con apoyo de instituciones federales.
Los hechos ocurrieron cuando los agentes viajaban hacia la capital de Chiapas en un camión de transporte de personal, siendo interceptados por varias camionetas con hombres armados.
Las mujeres que iban en el vehículo oficial fueron liberadas mientras que los hombres secuestrados, precisó una fuente.
El secuestro masivo ocurrió en el tramo carretero Ocozocoautla-Tuxtla Gutiérrez, en el sureño estado de Chiapas.
La violencia en la región mexicana fronteriza con Guatemala ha arreciado en los últimos meses asociada a una disputa territorial entre Cartel de Sinaloa- que dominaba la zona- y el Cartel Jalisco Nueva Generación.
Sin embargo, en una gira por Chiapas el viernes, el presidente Andrés Manuel López Obrador minimizó los hechos de violencia al decir que “en general hay paz, hay tranquilidad”.
La víspera a la visita del mandatario, una servidora de la Fiscalía General de la República fue atacada a balazos en Tuxtla Gutiérrez, lo que causó la muerte de su acompañante. La funcionaria, identificada como Sara “N” por las autoridades, resultó gravemente herida y fue hospitalizada.
Además, el lunes 19 de junio, un enfrentamiento entre militares y presuntos integrantes de la delincuencia organizada dejó un saldo de un elemento de la Guardia Nacional y un civil muertos, en Ocozocoautla, cerca de donde ocurrió el secuestro masivo del martes.
El choque entre uniformados y presuntos criminales derivó en el allanamiento a un rancho en esa zona donde fueron detenidas cinco personas -entre ellos una mujer- y un arsenal, informó la Fiscalía General.
Activistas y organizaciones no gubernamentales han advertido de una creciente ola de violencia en comunidades de la frontera sur de México, donde se han registrado desapariciones, ejecuciones y desplazamientos.