Los equipos de protección civil brasileños trabajaron durante toda la noche para retirar los restos de los pasajeros de un avión que se estrelló el viernes cerca de Sao Paulo, matando a las 62 personas que iban a bordo.
Según el gobierno del estado de Sao Paulo, el sábado por la mañana se habían recuperado al menos 21 cadáveres, dos de los cuales fueron identificados in situ. Todos los cuerpos están siendo trasladados a la morgue de la policía de Sao Paulo.
El viernes, la compañía regional Voepass dijo que el avión transportaba 57 pasajeros y cuatro tripulantes, pero el sábado la empresa confirmó que en el vuelo viajaba otro pasajero cuyo paradero se desconoce, lo que eleva a 62 el número de víctimas.
La posición de los cuerpos en el avión accidentado, las características físicas, los documentos y pertenencias como teléfonos móviles se estaban utilizando para ayudar a su identificación, dijo el bombero Maycon Cristo en el lugar del accidente.
“Una vez recogidas todas estas pruebas, sacaremos a las víctimas de entre los restos del avión y las colocaremos en el vehículo para trasladarlas a São Paulo”, explicó.
Los familiares de las víctimas han sido trasladados a Sao Paulo para ayudar a proporcionar material genético para la identificación por ADN de las partes del cuerpo y otra información sobre los fallecidos, dijo el coordinador de Defensa Civil del gobierno del estado de Sao Paulo, Henguel Pereira.
El avión, un turbohélice ATR-72, se dirigía a Sao Paulo desde Cascavel, en el estado de Paraná, y se estrelló sobre las 13.30 hora local (16.30 GMT) en la localidad de Vinhedo, a unos 80 km al noroeste de Sao Paulo.
La franco-italiana ATR, propiedad conjunta de Airbus y Leonardo, es el principal fabricante de aviones turbohélice regionales con capacidad para entre 40 y 70 personas. ATR dijo a Reuters el viernes que sus especialistas estaban “plenamente comprometidos” con la investigación del accidente.