En un intento de reforzar la presencia de India en el océano Índico, el primer ministro de ese país, Narendra Modi, realizó el martes una visita de dos días a Mauricio, no solo para celebrar el día nacional de ese Estado insular, sino que también para destacar que el océano debe ser “libre, abierto y seguro”.
Sus palabras no solo buscaban reforzar las relaciones con Mauricio, situado a lo largo de las rutas marítimas vitales en el océano Índico oriental, sino eran un claro mensaje a China que en los últimos años ha tenido una creciente influencia en la región.
“Espero con ansias la oportunidad de comprometerme con el liderazgo de Mauricio para elevar nuestra asociación en todas sus facetas y fortalecer nuestra duradera amistad para el progreso y la prosperidad de nuestros pueblos, así como para la seguridad y desarrollo en la región del océano Índico”, sostuvo en su discurso.
El océano Índico, que se extiende desde el Cuerno de África hasta el Sudeste Asiático, alberga a casi 3.000 millones de habitantes y alberga alrededor del 40% del petróleo marino del mundo. Sus aguas incluyen cuatro de los seis puntos de estrangulamiento marítimos más importantes del mundo y son la clave para el comercio entre Europa, Asia, África y Medio Oriente.
Los expertos señalan que Beijing ya ha logrado avances espectaculares en la región. Por ejemplo, ya ha construido una base militar en Yibuti (ubicado en elCuerno de África) y ha fomentado una creciente presencia naval en Camboya, lo que le da la posibilidad de proyectar su poder desde ambos lados del océano Índico. Además, despliega periódicamente destructores, fragatas y al menos un submarino para llevar a cabo misiones antipiratería frente a Somalia. Sólo en el último año, China también ha firmado un pacto de seguridad con las Maldivas y ha ayudado a Pakistán a lanzar submarinos furtivos, indicó Bloomberg.
Según detalló la agencia, durante más de una década, China ha forjado lazos económicos y militares en el océano Índico, enviando buques de guerra en misiones de entrenamiento y antipiratería, y obteniendo acceso a bases navales clave. También ha invertido miles de millones en 46 puertos comerciales de la región, 36 de los cuales pueden albergar activos navales, según datos del Council on Foreign Relations.
Bloomberg recordó que si bien no existe un punto de conflicto inmediato comparable a Taiwán o al Mar de China Meridional en el océano Pacífico, el ministro de Asuntos Exteriores de India y los funcionarios militares han expresado su alarma por el aumento constante de la presencia naval de China en esas aguas. Dado que el 95% del comercio de India y el 80% de su suministro de petróleo crudo fluyen a través del océano, Nueva Delhi considera que el acceso sin restricciones es una condición previa para el ascenso de India.
“El auge de China en la isla ha sido espectacular y ahora es uno de los actores económicos más importantes de Mauricio”, dijo al portal Voice of America, Harsh Pant, vicepresidente de estudios de la Observer Research Foundation en Nueva Delhi. “Por lo tanto, para compensar esto, es necesario que India mantenga una colaboración constante con Mauricio y le ayude a desarrollar capacidades en áreas como la salud, la educación y el transporte marítimo para demostrar que puede contribuir a afrontar estos desafíos”, añadió.
El desafío de India
En medio de este contexto, India también adoptó el concepto geopolítico emergente del “Indopacífico” en 2015, considerando el océano Índico y el Pacífico occidental como un único escenario estratégico. Llevando su política de “vecindad primero” un paso más allá, Modi inauguró en 2015 la doctrina “Seguridad y Crecimiento para Todos en la Región” (SAGAR), que consolida la idea del “Indopacífico” en la perspectiva estratégica de India y aboga por una región “libre, abierta, inclusiva, pacífica y próspera”. La doctrina SAGAR es similar a las estrategias indopacíficas de Canadá y Estados Unidos, indicó el centro estudios Asia Pacific Foundation.
India también trabaja para reducir la gran diferencia entre sus capacidades navales y las de China. Nueva Delhi ha reforzado su presupuesto naval: el mayor aumento del presupuesto general de defensa en 2023 se destinó a la modernización de sus buques de guerra, el aumento de su flota y la incorporación de nuevas tecnologías. La Armada no solo realizó pruebas de versiones del misil de crucero supersónico BrahMohs desde buques en marzo de 2023, también se beneficiará de la compra de drones MQ-9B SeaGuardian a Estados Unidos y está construyendo submarinos y portaaviones. El INS Vikrant, su primer portaaviones de fabricación nacional, entró en servicio en 2022.
Sin embargo, la flota marítima de India tiene sólo 132 buques de guerra, mientras que China cuenta con 370, cifra que se espera aumente a 435 en 2030. Los nuevos submarinos nucleares Tipo 096 de Beijing son extremadamente difíciles de detectar, lo que plantea un desafío adicional no sólo para India sino también para Estados Unidos y sus aliados, que están monitoreando de cerca los movimientos y capacidades navales de China.