La mañana de este domingo, el Papa Francisco y el presidente de Argentina, Javier Milei, se saludaron con un abrazo tras finalizar la misa de canonización de la primera santa argentina: Mama Antula. Esto se dio en la previa de la audiencia a puertas cerradas que sostendrán el lunes 12 de febrero, donde conversarán más extendidamente.
El encuentro se marca un acercamiento del mandatario argentino con el Pontífice, luego que en años anteriores lo llamara “representante del maligno en la Tierra”. Ahora, Milei busca mejorar su relación con el “argentino más importante de la historia”, como llamó al Papa horas antes de la misa.
Además, esto se enmarca en las intenciones del actual presidente de Argentina de lograr una potencial visita del Papa a su país, hecho que no se ha concretado desde que asumió el cargo eclesiástico.
Misa de canonización
Alrededor de las 9.45 hora local, el Papa Francisco presidió en la Basílica de San Pedro la misa de canonización de María Antonia de San José de Paz y Figueroa, más conocida como “Mama Antula”, donde mencionó que era “un modelo de fervor y audacia apostólica”.
“En honor de la Santa e individua Trinidad, para la exaltación de la fe católica y el incremento de la vida cristiana, con la autoridad de nuestro señor Jesucristo, de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo y Nuestra, después de haber reflexionado largamente, invocado muchas veces la ayuda divina y escuchando el parecer de numerosos hermanos en el Episcopado, declaramos y definimos Santa la beata María Antonia de San José de Paz y Figueroa y la inscribimos en el Catálogo de los Santos, estableciendo que en toda la Iglesia sea honrada devotamente entre los santos”, proclamó el Papa.
En la homilía también destacó el trabajo de la santa por la “vida digna” de los pobres. Además, habla del concepto de la “lepra del alma”, definida por el pontífice como “una enfermedad que nos hace insensibles al amor, a la compasión, que nos destruye por medio de las gangrenas del egoísmo, del prejuicio, de la indiferencia y de la intolerancia”.
Mama Antula nació en 1730 en la provincia de Tucumán y falleció en Buenos Aires el 6 de marzo de 1799. Fue declarada beata en 2016 luego que se aprobara un milagro en la curación de una religiosa de las Hijas del Divino Salvador. Según la documentación, se curó de una colecistitis aguda por intercesión de la fundadora de la congregación.