Los cinco pasajeros que murieron en el sumergible Titán el mes pasado habrían sido conscientes de la catástrofe inminente un minuto antes de la implosión, dijo un experto español, quien calificó la tragedia como “como una película de terror”.
José Luis Martín, marino mercante y quien trabajó como jefe de máquinas en un submarino turístico de pasajeros, dijo que el sumergible de OceanGate Expeditions, que estaba en un viaje para explorar los restos del Titanic, habría “explotado como un globo” después de una caída libre de unos 900 metros, debido al rápido cambio de presión.
El experto sugirió que el sumergible podría haber perdido estabilidad debido a una falla eléctrica que lo dejó sin propulsión, lo que provocó que cayera hacia el fondo del mar “como una flecha verticalmente” y sin “ningún control” con el ojo de buey hacia abajo. Su estudio se basa en los cálculos realizados en base a algunos parámetros como: peso del sumergible, empuje, velocidad, masa, aceleración, coeficiente de fricción del agua contra un cuerpo en caída.
En su criterio, el sumergible descendió entre 48 y 71 segundos sin que ninguno de los que se encontraban en su interior pudieran hacer nada para remediarlo. “El punto de partida es que el submarino va bajando sin ninguna incidencia y en plano horizontal hasta que llega a una cota de unos 1.700 metros. En ese momento se produce un fallo eléctrico. Se queda sin motor y sin propulsión. Es cuando pierde la comunicación con el Polar Price”, indica Martín citado por NIUS Diario.
Estimó que el sumergible comenzó a caer libremente a una profundidad de unos 1.700 metros y cayó “como si fuera una piedra y sin ningún control” durante unos 900 metros hasta que a unos 2.600 metros “explotó como un globo” debido a la rápida variación de la presión.
“El Titán cambia de posición y cae como una flecha verticalmente, porque los 400 kilos de los pasajeros que estaban en el ojo de buey descompensan el submarino. Todos se precipitan y se agolpan unos encima de otros. Imagina el horror, el miedo y la agonía. Tuvo que ser como una película de terror”, explicó Martín.
Y añade: “Al caer hacia las profundidades del océano, el casco resistente se vio sometido a un súbito aumento de la presión y entonces se produjo una fuerte compresión del recipiente donde estaban turistas y piloto”. “En ese período de tiempo se están dando cuenta de todo. Y, además, en plena oscuridad. Es difícil hacerse a la idea de lo que vivieron en esos momentos. Tras esos 48 segundos, o un minuto, se produce la implosión y la muerte súbita instantánea”, comenta sobre lo que, para él, pudieron ser los últimos instantes con vida de los pasajeros.
El sumergible Titán perdió comunicación con su buque de apoyo el domingo 18 de junio, durante un descenso a los restos del Titanic a 3.800 metros bajo la superficie. Días después se recuperaron sus escombros. Se dijo que sufrió una “implosión catastrófica”.
El profesor de ingeniería oceánica de Virginia Tech, Stefano Brizzolara, también sugirió que el casco presurizado de la embarcación podría haber tenido un defecto que podría haberse desintegrado bajo la enorme presión.