Natacha Vitale, venezolana de 18 años, vive hace casi cuatro meses en Chile. A pesar de no vivir directamente el apagón en Venezuela, ha sentido las consecuencias desde los cerca de 5.000 kilómetros que separan a ambos países. "No nos podemos comunicar con nuestros familiares, llevamos seis días sin saber de ellos", afirma.
El jueves 7 de marzo un corte en el suministro eléctrico afectó a la mayor parte de Venezuela . A seis días de este apagón generalizado, algunas zonas ya han visto restablecido el servicio. Sin embargo, aún quedan varias regiones sin energía. "Nos preocupa el saber que nuestros familiares están allá pasando por esto, sabiendo que no tienen transporte, que no tienen luz, que tienen que cocinar a leña porque no hay gas", cuenta Vitale.
Kevin de Rosas, que trabaja en un local de bicicletas en Santiago, es otro venezolano que ha visto con angustia la situación de su país. De Rosas responsabiliza al régimen de Nicolás Maduro por este corte en el suministro eléctrico y lo acusa de mala gestión para solucionar el problema: "No han invertido en hacerle mantenimiento a las plantas eléctricas. Es complicado, porque obviamente uno está acá afuera y quisiera ayudar a su país, pero no puede porque está en manos de una dictadura que es el gobierno de Maduro".
Esta última postura es la que comparte la oposición venezolana, que acusa al mandatario de un mal uso de los recursos que habían prometido invertir en la planta eléctrica. Maduro, por su parte, acusó a Estados Unidos de sabotear la principal central hidroeléctrica, El Guri. La planta, que está ubicada en el estado de Bolívar, se encarga del abastecimiento del 70% del suministro eléctrico en Venezuela.
A pesar de las contradictorias versiones sobre el responsable del apagón, expertos coinciden en que fue un incendio lo que causó el corte energético. La Asociación Venezolana de Ingeniería Eléctrica, Mecánica y Profesiones Afines aseguró que el siniestro fue ocasionado por la falta de mantenimiento, negligencia y falta de capacidad dentro de la compañía que controla la planta.
Desde que ocurrió el apagón, Venezuela está prácticamente paralizada. El gobierno ordenó la suspensión de las actividades laborales y educativas, la gente hace filas en las estaciones de servicio y muchos se han trasladado a los pocos lugares en los que aún hay señal telefónica.
Barbhara Plasencia, de 22 años, trabaja en un laboratorio médico chileno y cuenta que su familia venezolana ha tenido que ingeniárselas para poder comunicarse con ella: "Ha sido muy angustioso, ya que la mayoría de mi familia está allá en Venezuela. Ha sido complicado comunicarme con ellos ya que, al irse la luz, la señal también se va y muchas personas han tenido que salir incluso a las calles para poder agarrar señal".
Además, el servicio de agua potable sigue suspendido, por lo que muchas personas han tenido que optar por sacar agua de ríos y arroyos, a pesar de que muchos de estos están contaminados.
La alimentación de los venezolanos también se ha visto afectada. Paola Gómez, de 20 años, cuenta que tiene conocidos en Venezuela que han recibido comida de locales porque los alimentos se echan a perder al no poder refrigerarlos. "La gente puede comprar muy poco y tienen que ir a establecimientos que están cerrando porque la comida se pudre", explica.
Además de que escasea la comida, tampoco hay mucho dinero para pagarla, ya que los cajeros no están funcionando. Para Roberto Jiménez, quien trabaja como ayudante de cocina en Santiago, este tema ha sido especialmente complicado, porque le ha dificultado el envío de remesas hacia Venezuela: "Está el dinero aquí, pero cuando llega allá ya no se puede. Y si lo mandas obviamente va a estar súper devaluado, entonces es muy delicado eso, porque no tienen tampoco cómo comprar los insumos, comida, pasaje, todo".
Otra área fuertemente afectada por el corte de energía ha sido la de la salud. La falta de electricidad ha impedido la realización de algunos procedimientos médicos, al tiempo que habría provocado el fallecimiento de al menos 24 personas, según publicó en su cuenta de Twitter el diputado de la Asamblea Nacional de Venezuela por el estado de Vargas, José Manuel Olivares. Luis Zurita, presidente de la Federación de Venezolanos en Chile, cuenta que tiene un familiar internado que no ha podido acceder a los cuidados que requiere para su recuperación: "Tengo un primo en estos momentos hospitalizado que no ha podido someterse a una operación rutinaria porque en el caso de complicaciones sería imposible reanimarlo debido a que no existe la electricidad necesaria para los equipos".
La debilidad y el mal estado del sistema eléctrico, la escasez de equipamiento para maniobrar, la falta de control de mando en las subestaciones y la ausencia de personal calificado han complicado la búsqueda de una solución para el apagón nacional que afecta a Venezuela y que este jueves cumpliría una semana.