Jóvenes se enfrentaron el viernes con la policía y saquearon tiendas en diversas partes de Francia en un cuarto día de violencia desencadenada por la muerte de un adolescente de 17 años a manos de la policía, acumulando más presión sobre el presidente Emmanuel Macron, quien exhortó a los padres a mantener a sus hijos fuera de las calles y culpó a las redes sociales de alimentar los disturbios.
A pesar de los repetidos llamamientos del gobierno a la calma y al endurecimiento de las medidas policiales tras varias noches de tumultos, el viernes se produjeron nuevos disturbios a plena luz del día. Una tienda de Apple fue saqueada en la ciudad oriental de Estrasburgo, donde la policía lanzó gases lacrimógenos, y las ventanas de un establecimiento de comida rápida fueron destrozadas en un centro comercial de la zona de París, donde los policías también repelieron a personas que intentaban entrar en una tienda cerrada, según informaron las autoridades.
La ciudad portuaria de Marsella, que en un principio se libró de la violencia que estalló primero en la región parisina, vivía su segunda noche de tumultos. Antes del anochecer, algunos jóvenes lanzaron proyectiles, iniciaron incendios y saquearon algunos comercios, según la policía. Hubo al menos 90 detenciones. El viernes por la noche, saqueadores irrumpieron en una armería de Marsella y se llevaron armas, y más tarde detuvieron a un hombre con una escopeta de caza, según la policía. La noche anterior, dos agentes fuera de servicio sufrieron heridas graves, uno de ellos con arma blanca, al ser atacados por unas 20 personas, según la policía.
Las autoridades de la ciudad de Lyon informaron que los manifestantes volvieron a provocar incendios y a lanzar proyectiles contra la policía en los suburbios. En el centro de la ciudad, la policía realizó 21 detenciones para detener el intento de saqueo de comercios tras una protesta no autorizada contra la violencia policial que congregó a unas 1.300 personas el viernes por la noche.
La violencia también estalló en algunos territorios franceses de ultramar.
En la Guayana Francesa, un hombre de 54 años murió el jueves por la noche a causa de una bala perdida cuando los agitadores dispararon contra la policía en la capital, Cayena, según informaron las autoridades. En la pequeña isla de Reunión, en el océano Índico, los manifestantes incendiaron contenedores de basura, lanzaron proyectiles contra la policía y dañaron coches y edificios, dijeron las autoridades en un comunicado. Alrededor de 150 agentes fueron desplegados ahí el viernes por la noche.
Ante la escalada de la crisis, el presidente Emmanuel Macron se ha abstenido de declarar estado de excepción, una opción que se utilizó en circunstancias similares en 2005.
En lugar de ello, su gobierno intensificó su respuesta policial. El ya enorme despliegue policial se reforzó con otros 5.000 agentes para la noche del viernes, aumentando el número total a 45.000, dijo el ministro del Interior, Gerald Darmanin. Darmanin informó que la policía había realizado 917 detenciones tan sólo el jueves y destacó su corta edad: 17 años en promedio. Añadió que más de 300 policías y bomberos han resultado heridos.
Darmanin también ordenó el cierre nocturno de todas las corridas de autobús y de tranvías públicos en el país, que fueron uno de los objetivos de los disturbios.
Advertencia a redes sociales
El ministro dijo que había lanzado la advertencia a las redes sociales de que no pueden permitirse ser utilizadas como canales para llamados a la violencia
“Fueron muy cooperativas. Veremos esta noche si realmente lo son. Vamos a darles toda la información posible” para que, a cambio, las autoridades francesas obtengan las identidades de las personas que incitan a la violencia, explicó el secretario de Estado.
“Perseguiremos a toda persona que utilice estas redes sociales para cometer actos violentos”, afirmó. “Y tomaremos todas las medidas necesarias si tenemos conocimiento de que las redes sociales, cualesquiera que sean, no respetan la ley”.
El mandatario galo también se centró en las redes sociales que han retransmitido imágenes de coches y edificios incendiados y otros actos de violencia, diciendo que están teniendo un “papel considerable” en la violencia. Destacando Snapchat y TikTok, afirmó que se estaban utilizando para organizar disturbios y sirviendo como conducto para imitar la violencia.
Macron señaló que su gobierno trabajaría con las empresas tecnológicas para establecer procedimientos para “la eliminación de los contenidos más delicados”, y añadió que esperaba de ellas “un espíritu de responsabilidad”.