"Hay una cuestión de revancha de clase, también hay una cuestión de aleccionar (...). Los políticos que deciden transformar la realidad son perseguidos inicialmente de forma mediática y después por el sistema de administración de leyes". Con esas palabras, el exvicepresidente de Argentina, Amado Boudou, terminó su último discurso de defensa antes que el Tribunal Federal N°4, lo condenara hoy a cinco años y 10 meses de prisión efectiva, en el marco del caso Ciccone. La defensa puede apelar a la sentencia a partir de este miércoles.
Boudou, quien ocupó importantes cargos, como titular del Ministerio de Economía (2009-2011) y después como número dos en un segundo mandato de Cristina Fernández (2011-2015), fue declarado culpable por cuatro jueces, por los delitos de cohecho pasivo y negociaciones incompatibles con la función pública. También fue inhabilitado de por vida para el ejercicio de cargos públicos y además deberá pagar una multa de US$ 3.200.
En días en que el kirchnerismo vive una particular redada judicial, tras la explosión del caso de los "Cuadernos K", se ordenó la detención inmediata del exfuncionario para su traslado al penal de Ezeiza. El encarcelamiento se suma al de otros tantos de ese círculo que hoy están tras las rejas, entre ellos, el exministro de Planificación, Julio de Vido, el exsubsecretario de Coordinación y Control de la misma cartera, Roberto Baratta, el exsecretario de Transporte, Ricardo Jaime, el exsecretario de Obras Públicas, José López y el exsecretario legal y técnico de la Presidencia, Carlos Zannini.
La causa
Desde el comienzo del caso a mediados de 2012, Boudou fue acusado por interceder ante la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), siendo ministro, para adueñarse de la imprenta de billetes y documentación oficial, la Ciccone Calcografía hoy llamada Compañía de Valores Sudamericana, aprovechando su condición de funcionario público.
Cuando la imprenta entró en quiebra en 2010, la compra del 70% de las acciones se hizo a través de la sociedad The Old Fun, propiedad del testaferro del exvicepresidente y hoy colaborador de la justicia como arrepentido, Alejandro Vandenbroele.
El tribunal también condenó al resto de los implicados, al mismo Vandenbroele a dos años de prisión con cumplimiento en suspenso; a José María Núñez Carmona a cinco años y seis meses; a Guido Forcieri a dos años y seis meses; a Rafael Resnick Brenner a tres años; y Nicolás Ciccone a cuatro años y seis meses de cárcel.
Sin embargo, a Boudou le quedan otras cuatro causas abiertas con la justicia transandina por corrupción. Actualmente está siendo procesado por la compra directa de 19 vehículos de alta gama destinados a una flota del Ministerio de Economía sin licitación previa y además está siendo investigado por la presunta falsificación de facturas en rendición de viáticos por unos 20.000 euros.
De rockstar a político
En época de campaña, se decía que Boudou era "el compañero cool" de Cristina K. Pero hoy los argentinos los ven de otra manera.
En otros tiempos, el exvicepresidente fue un reconocido transgresor DJ en Mar del Plata, la ciudad a la que se mudó cuando tenía cinco años junto a su familia.
Más adelante, siendo incluso funcionario, se le podía ver los fines de semana con guitarra en mano o participando de algún concierto de rock. En más de una oportunidad se subió a un escenario a tocar junto al grupo argentino Mancha de Rolando. Es más, el líder de la banda, Manuel Quieto, fue quien lo acompañó en mayo de 2017 hasta los tribunales de Comodoro Py, cuando se presentó por las presuntas irregularidades en la causa de los autos.
Además de la música, otra de las pasiones de Boudou son las motos. Tuvo una Harley Davidson y una BMW, junto a otros vehículos de carrera y alta velocidad con los que se paseó por las calles de Buenos Aires y con los que también asistió a una que otra carrera en su país y otras latitudes.
Como todo "rockstar" también estuvo involucrado en varios escándalos amorosos. En 2014, la actriz Reina Reech reveló una relación de adolescentes con Boudou. "Le decían 'Aimé' y era DJ de un bar de Mar del Plata", comentó en esa oportunidad a un programa de televisión. Entre sus parejas oficiales, a las que también le salpicaron los casos judiciales, se conoce a la operadora turística, Agustina Seguín, quien además estuvo procesada por el juez Claudio Bonadio por su participación en la trama de falsificación de documentos.
Después se estabilizó y durante cinco años estuvo con Agustina Kämpfer, quien hoy prefirió no referirse a la condena del exvicepresidente. Durante las indagatorias la expareja de Boudou estuvo citada a prestar declaración, pero su abogado denegó el pedido.
Finalmente, en enero de este año nacieron los mellizos de Boudou junto a la exdiputada mexicana, Mónica García. Ambos se conocieron en 2015 en Buenos Aires en un acto con Cristina K.