A 15 años de prisión fue sentenciado el exagente de la Policía de Texas, Roy Oliver, por el asesinato de un joven afroamericano en abril del año pasado.
El joven de 15 años perdió la vida el 29 de abril cuando Oliver y otro oficial respondieron a una alerta por vecinos que denunciaron que habían menores borrachos en una zona residencial en los suburbios de Dallas.
Según señalaron los fiscales durante el juicio, Oliver disparó con su rifle varias veces en contra de un automóvil con varios menores de edad en su interior. Una de las balas impactó a Jordan Edwards, quien falleció antes de llegar al hospital producto de un disparo en la cabeza.
Roy Oliver había dicho, en su defensa, que su actuar fue para proteger a su compañero y que el vehículo era una amenaza para él y para su compañero. Sin embargo, imágenes de la cámara del cuerpo policial revelaron en el juicio que el automóvil se iba alejando cuando se produjo los disparos y que nunca existió ni conducción agresiva ni intento de embestir a la policía.
El hermano del joven fallecido había asegurado que ellos dos, junto a otros tres adolescentes se habían retirado de la fiesta en cuanto supieron que llegaría la policía. Ya en el interior del vehículo escucharon disparos. Apenas pudieron alejarse un poco del lugar, se percataron que Jordan estaba herido en la cabeza.
De esta forma Roy Oliver tendrá que cumplir 15 años de cárcel y pagar una multa de 10 mil dólares.