Los legisladores estadounidenses aprobaron el lunes un paquete de ayuda de 900.000 millones de dólares para impulsar la economía de millones de estadounidenses y empresas golpeadas por la pandemia del coronavirus.

El abrumador apoyo que este paquete de ayudas ha tenido tanto en el Senado como en la Cámara de Representantes allana el camino para que sea ahora ratificado por el presidente del país, Donald Trump.

El plan es considerado esencial para enderezar el rumbo de la primera economía mundial, fuertemente golpeada por la pandemia de coronavirus.

“Es un plan de urgencia y de superveniencia”, estimó el lunes el jefe de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer.

Tras meses de bloqueo, demócratas y republicanos anunciaron el domingo que habían llegado a un acuerdo de principio sobre un paquete de medidas que comprendía cheques para las familias más debilitadas por la crisis, ayudas a las pequeñas empresas y las escuelas, así como prestaciones por desempleo suplementarias de 300 dólares por semana o una partida para la distribución equitativa de vacunas contra el coronavirus.

Después de la votación de la Cámara de Representantes, los miembros del Senado ratificaron el acuerdo, en momentos en que la amenaza de un cierre del gobierno federal, o “shutdown”, no está del todo excluida. El Congreso decidió igualmente prolongar hasta el próximo lunes a medianoche la legislación que permite el financiamiento del gobierno federal a corto plazo, por lo que los parlamentarios deberán llegar también a un acuerdo sobre la nueva ley de finanzas.

Medidas

Antes incluso de la votación de las medidas de ayuda urgente a la economía, el secretario estadounidense del Tesoro, Steven Mnuchin, aseguró el lunes que los cheques de 600 dólares por adulto y por niño destinados a las familias con mayores dificultades comenzarán a enviarse desde el comienzo de la próxima semana.

Estas ayudas directas tienen como objetivo sostener el consumo de los hogares y, como consecuencia, el crecimiento. Para las familias con mayores problemas económicos, también habrá para pagar los alquileres.

La primera economía del mundo cayó en una profunda recesión en primavera boreal, la peor desde los años 1930, debido al parón de la actividad para luchar contra la irrupción del nuevo coronavirus.

Este plan, que comprende también un auxilio a la vivienda para evitar desahucios, debería impedir que caigan en la pobreza millones de personas que iban a perder sus ayudas el día después de Navidad.

El primer paquete, que alcanzó la cantidad gigantesca de 2,2 billones de dólares, fue votado en urgencia a finales de marzo, en plena irrupción de la pandemia de Covid-19.

Aquellas ayudas comprendían prestaciones por desempleo excepcionales de 600 dólares por semana y el envío de un cheque de 1.200 dólares por adulto.

Desde el verano boreal, demócratas y republicanos se encontraban en un callejón sin salida, enfrentados sobre la cantidad total del nuevo plan de urgencia: mientras que los primeros exigían un paquete equivalente al de marzo, los segundos pretendían limitarlo a un máximo de 1 billón de dólares.

Los demócratas reclamaban también cheques equivalentes a los enviados en primavera.

El nuevo plan comprende, como el anterior, ayudas a las empresas y un programa de préstamos para las pequeñas compañías.

El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, ya había avisado la semana pasada que muchas pequeñas empresas podrían quebrar en caso de no recibir nuevos auxilios.

El plan debe incluir también ayudas por unos 16.000 millones de dólares para salvar decenas de miles de empleos de las compañías aéreas y sus subcontradas.

“Hubo un gran apoyo de los partidos para brindar una ayuda a las compañías”, comentó el secretario Steven Mnuchin el lunes, subrayando la importancia de esta industria para la retomada