En su primer viaje al exterior desde que asumió como ministro de Estado para el Comercio Internacional de Reino Unido el 25 de julio pasado, Conor Burns visitó Chile y también Brasil, para fortalecer los lazos bilaterales. "El venir a Sudamérica, especialmente en el contexto de que Reino Unido abandonará la Unión Europea el 31 de octubre, es realmente una declaración de intenciones, pero abandonar la Unión Europea no significa que Reino Unido se retraiga, sino que se trata de que Reino Unido se convierta nuevamente en un jugador global", sostiene en esta entrevista con La Tercera. En el contexto de la relación bilateral, Burns adelantó que el Presidente Sebastián Piñera se reunirá con el premier Boris Johnson en la cumbre del G7 en Biarritz.
El Congreso chileno aún no ha ratificado el acuerdo de continuidad entre Reino Unido y Chile. ¿Cuáles son las implicancias si es que este acuerdo no se aprueba?
Chile fue el primer país que firmó un acuerdo de continuidad con Reino Unido. Chile es el líder mundial en el libre comercio y acuerdos comerciales. Estoy muy optimista de que el acuerdo de continuidad será ratificado por el Congreso, tuvimos unas reuniones muy productivas los dos últimos días.
¿Qué importancia da a América Latina el gobierno de Boris Johnson?
Este continente representa un mercado enorme en el que otros países europeos tienen una mejor presencia que Reino Unido. Pero como he dicho, hay dos formas de mirar el Brexit, una es que Reino Unido se retraiga o Reino Unido estableciendo sus prioridades. La Unión Europea es el mercado más cercano que tenemos. Creo que la única interrogante es si tenemos un acuerdo antes del 31 de octubre o si llega después de que nos vayamos. Reino Unido está buscando construir nuevas alianzas y esta región, Chile en especial en esta región, son claves para que las prioridades de Reino Unido avancen.
¿Cuáles son las alternativas que tiene el primer ministro a la salvaguarda irlandesa?
El primer ministro tiene la misma visión que yo tengo, que es lamentable que tengamos que negociar los términos de nuestra salida (de la Unión Europea) alejados de los términos de la futura relación (con la UE). Nací en Irlanda del Norte, soy católico, soy unionista, entiendo bien las tradiciones en la isla de Irlanda. La frontera ya existe, no hay una imposición física en la frontera. Cuando trabajé en el gobierno de Irlanda del Norte, cada semana hablamos del contrabando de tabaco, del contrabando del diésel de la agricultura. Hay dos jurisdicciones soberanas a los dos lados de la frontera. Tienes dos servicios de policía separados. Hay dos tasas de impuestos corporativos. Así que creemos que con buena voluntad, con voluntad política, hay soluciones al tema de la frontera en la isla de Irlanda, que involucra soluciones tecnológicas y no el regreso de una frontera dura. Hemos dicho que bajo ninguna circunstancia Reino Unido impondrá una frontera dura en la isla de Irlanda. El gobierno de Irlanda ha dicho lo mismo. Estamos seguros que hay soluciones, estamos motivados por los comentarios de la canciller alemana, Angela Merkel. Es la primera vez que ha habido una apertura pública que considere alternativas al backstop. Tal como lo dijo el primer ministro, ahora tenemos que trabajar de manera agresiva y dura en los próximos 28 días. Tenemos que trabajar muy duro para llegar con propuestas prácticas.
¿Cómo evalúa la reunión que el primer ministro, Boris Johnson, tuvo con Merkel y Macron?
Hasta el cambio de gobierno, cuando Boris Johnson se convirtió en primer ministro, no estábamos seguros de que la Unión Europea entendía que nosotros hablábamos en serio respecto de irnos de la Unión Europea y que nosotros vamos a cumplir con la fecha límite (del 31 de octubre). Nadie tiene interés en tener un Brexit sin acuerdo, queremos un acuerdo y estamos preparados para comprometernos de manera energética, entusiasta y creativa con nuestros socios europeos para obtener un acuerdo. Espero que ahora que entienden que nos iremos con acuerdo o sin acuerdo, puedan responder de forma más creativa en ayudarnos a tener un acuerdo, que es algo que los dos lados quieren.
La ministra del Interior británica dio a conocer los planes para los ciudadanos de la UE una vez que se concrete el Brexit y fueron criticados por ser muy duros, ¿qué perspectivas existe en este tema?
Estoy en desacuerdo con la forma en que enmarcaste la pregunta, si me permites decirlo. El primer ministro cree que nunca debimos haber llegado a la posición en la que estamos con los ciudadanos de la Unión Europea. Los ciudadanos que están viviendo en Reino Unido, esos son nuestros amigos, son nuestros vecinos, colegas. Ellos son bienvenidos, es su hogar. Nada sobre el Brexit va a cambiar esa posición. Creo que lo que la ministra del Interior estaba diciendo es que si nos vamos sin un acuerdo, estaremos haciendo nuestra propia política migratoria y estaremos dando la bienvenida y rechazando a las personas del mundo de la misma forma. No daremos prioridad, derechos automáticos a ciertas personas basándonos en dónde viven.
A los brexistas del Partido Conservador no solo no les gusta la salvaguarda irlandesa en el acuerdo de retiro de la UE, sino que hay otros temas con lo que no están de acuerdo. ¿Cómo vislumbra el panorama en este sentido?
Al igual que el primer ministro yo voté en contra del acuerdo de retirada dos veces. Solo voté a favor la tercera vez, porque la señora May había dicho que ella iba a renunciar y para mí se podían arreglar muchas de las cosas en la próxima fase. No es muy prudente hacer pronunciamientos sobre cómo o no votaría sobre un acuerdo que ni siquiera se ha alcanzado. Sé que el premier va a trabajar mucho en este tema. Sé que comparte muchas de las dudas que los colegas tienen respecto del acuerdo. Estoy confiado que el primer ministro no presentará algo al Parlamento que él no esté convencido que tenga la voluntad del Parlamento.