Los miembros del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas han condenado este jueves la violencia registrada en Irak entre los días 29 y 30 de agosto, y han expresado su preocupación por las personas muertas y heridas.
“Los miembros del Consejo de Seguridad han condenado la violencia en Irak los días 29 y 30 de agosto y han expresado su profunda preocupación por las muertes y lesiones reportadas. Han tomado nota de los esfuerzos del Gobierno iraquí para restaurar el orden”, esgrime un comunicado compartido por el presidente del Consejo de Seguridad, Nicolas de Rivière.
El Consejo de Seguridad ha instado “encarecidamente” a todas las partes y actores a participar, “sin más demora, en un diálogo pacífico y constructivo para impulsar las reformas y trazar un camino constructivo a seguir”.
Más de 30 personas han fallecido desde el lunes por las movilizaciones de simpatizantes de Al Sadr, después de que este anunciara su decisión de retirarse de la política de forma oficial.
El primer ministro, Mostafá al Kazemi, ha prometido que su Gobierno investigará las muertes, lo que pasa por identificar quiénes y por qué motivos abrieron fuego durante las protestas.