Beirut es una “zona de desastre”, anunció el martes el Consejo Superior de Defensa de Líbano, tras las enormes explosiones que sacudieron el puerto de la capital y provocaron daños de una magnitud sin precedentes en todos los barrios de la ciudad.
El Consejo, que reúne al presidente, el primer ministro y la ministra de Defensa, “recomienda” al gobierno decretar el Estado de Urgencia, según la agencia nacional de informaciones ANI. “Una catástrofe mayor ha afectado a Líbano”, lamentó el presidente Michel Aoun al iniciarse la reunión.
“Es una catástrofe en todos los sentidos”, lamentó el titular de Salud, Hamad Hassan, al ser interrogado por la televisión cuando visitaba un hospital. “Los hospitales de la capital están todos llenos de heridos”, subrayó, antes de pedir que se trasladen a otros afectados a centros hospitalarios de las afueras de la ciudad.
Antes, el director general de la Seguridad General, Abas Ibrahim, había dicho que las explosiones podrían deberse a “materiales altamente explosivos confiscados desde hace años”, pero agregó que la investigación determinará la “naturaleza exacta del incidente”.
“Hago un llamado a todos los países amigos y a los países hermanos que aman a Líbano a estar a su lado y ayudarnos a curar nuestras heridas profundas”, dijo el primer ministro, Hassan Diab.
Soldados de la misión de la ONU en Líbano (Finul), cuyo barco estaba anclado en el puerto de Beirut, resultaron gravemente heridos, anunció el martes por la noche la Finul.
Los marinos heridos, “algunos de los cuales gravemente”, fueron evacuados hacia “los hospitales más cercanos”. No se dieron datos sobre la identidad y la nacionalidad de las víctimas. “Estamos con el pueblo y el gobierno libanés (...) y dispuestos a suministrar asistencia”, agregó la misión.