El gobierno del Presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, vive un escenario complicado, tras las elecciones realizadas el domingo, donde cerca de 13,5 millones de personas fueron llamadas a las urnas, para renovar alcaldes, gobernadores provinciales, concejales municipales, entre otros. Con un 80,74% de participación proyectada por el Consejo Nacional Electoral (CNE), la jornada electoral también incluyó un referéndum con ocho preguntas sobre distintos temas, entre los que destacaba la consulta sobre seguridad, tema controvertido ante la crisis de violencia y crímenes relacionados al narcotráfico que atraviesa el país.

Para el mandato de Lasso, el tema de mayor importancia son los resultados del referéndum, los cuales servirán como termómetro del respaldo ciudadano hacia el mandatario y su gobierno, tras un año y ocho meses de gestión, tiempo en el que, además del poco apoyo que recibió del Congreso, varias encuestas han registrado un descenso en los porcentajes de aprobación ciudadana, que oscila actualmente entre el 12% y el 30%.

El analista y doctor en Ciencias Políticas, Simón Pachano, comentó a La Tercera sobre los propósitos del referéndum: “Como ha sucedido en todas las 12 ocasiones anteriores en que los gobiernos han convocado a referéndum, la respuesta ciudadana ha sido una evaluación del gobierno más que la opinión sobre los temas consultados. Por ello, los gobiernos los han convocado en momentos en que contaban con fuerte apoyo. Por el contrario, el Presidente Lasso lo hizo cuando su popularidad estaba en los niveles más bajos. Cometió un grave error”, comentó Pachano.

El Presidente de Ecuador, Guillermo Lasso (al centro), junto a la primera dama, María de Lourdes Alcivar (a la izquierda), abandonando el Consejo Nacional Electoral en Quito, el 5 de febrero de 2023. Foto: AP

Junto a la desaprobación de la gestión de Lasso, se suma la crisis de seguridad que azota a Ecuador, nación que se posicionó como el país latinoamericano con mayor crecimiento de crímenes y muertes violentas, con un aumento del 82,5% respecto al año anterior, según cifras oficiales, concentradas en Guayaquil, Durán y Esmeraldas, lugares donde abundan las disputas de bandas vinculadas al narcotráfico, de acuerdo con las autoridades.

En 2022, según los datos de la Policía de Ecuador, se registraron 4.603 muertes violentas en el territorio, más del doble que la cifra del año anterior de 2.048 decesos reportados, además de ser la cifra más alta en el país desde 1990.

Estas cifras, sumadas a hechos violentos recientes, como el asesinato del candidato a alcalde Omar Menéndez horas antes de las elecciones, refuerzan la sensación de inseguridad de la población ecuatoriana, asunto que, según encuestas realizadas por organizaciones como Cedatos-Gallup, es el que constituye la mayor preocupación de la ciudadanía en la actualidad.

El referéndum

Ecuatorianos celebrando después de que el ministro de Gobierno de Ecuador, Francisco Jiménez, firmara un acuerdo con líderes de organizaciones indígenas, en Quito, el 30 de junio de 2022. Foto: Reuters

El referéndum planteaba ocho preguntas, divididas en tres secciones, correspondientes a temas de seguridad, democracia y medioambiente, las cuales, en caso de recibir una respuesta mayoritariamente positiva, se convertirán en modificaciones a la Constitución vigente de 2008.

La primera pregunta, y que es la más importante para Lasso y su gestión, y en la cual basó su campaña por el “Sí”, trataba el tema de la extradición de personas ecuatorianas que hayan cometido delitos relacionados al crimen organizado transnacional, con el fin de cumplir condena en otros países.

“La extradición nos ayudará a desmantelar las bandas del crimen organizado y tendrá una función disuasiva. El Ecuador dejará de ser un paraíso del narco”, declaró Karen Sichel, subsecretaria de Asuntos Regulatorios.

Por otro lado, se encuentra la segunda pregunta de la sección sobre seguridad, que planteaba el aumento de autonomía de la Fiscalía General del Estado, permitiéndole “evaluar, ascender, capacitar y sancionar” a quienes la conforman, función que lleva a cabo el Consejo de la Judicatura. El gobierno justificó esta medida aclarando que, con mayores competencias, la fiscalía podrá hacer frente a la delincuencia de mejor manera.

La tercera pregunta del referéndum, que pertenece a la sección denominada “fortalecimiento de la democracia”, se refería a una disminución de los asambleístas (que, en caso de aprobarse, quedarían en 120) y que estos sean elegidos bajo ciertos criterios, dejando más legisladores nacionales que provinciales, aspecto que para analistas como Andrés Chiriboga, significaría una falta de representación: “La propuesta busca concentrar el debate y la gestión asamblearia en diputados nacionales y reducir la representación de las provincias más pequeñas y los ecuatorianos en el exterior. Eso genera una mayor centralización”, declaró Chiriboga a BBC Mundo.

Sin embargo, los primeros resultados, dentro del lento escrutinio de las mesas de votación, plantean un escenario desfavorable para Lasso y su gobierno, ya que el “No” se alza como opción ganadora en todas las preguntas del referéndum.

En la primera pregunta, relacionada a las medidas de extradición, que tiene el mayor porcentaje de mesas escrutadas, el “No” se posiciona como la alternativa mayoritaria, con el 53,21% de los votos. A ella le siguen la segunda pregunta sobre la autonomía de la fiscalía, liderando por un 58,32% y la tercera, sobre los asambleístas, con un 53,93%. Sin embargo, en la mayoría de mesas, el escrutinio no supera el 50%, por lo que la victoria del “No” no es algo seguro.

Respecto a esto, Pachano expresó las consecuencias que traería la victoria del “No”: “Si triunfa el ‘No’ en todas o en varias preguntas, el gobierno quedará más debilitado de lo que estaba previamente. Lo único que podría hacer en esa situación es dar un giro drástico en su orientación política para impulsar un agresivo programa social de cortísimo plazo. La oposición (conformada por el correísmo, las organizaciones indígenas y el Partido Social Cristiano) podrá aprovechar esta oportunidad para buscar el fin anticipado del gobierno”.

Por otra parte, para el analista Pedro Donoso, el resurgimiento y la victoria del “Sí” sería igualmente un conflicto para Lasso, tal como expresó en declaraciones a El País: “El mayor riesgo que tiene el gobierno es que gane la consulta popular, por la manera en cómo han posicionado la expectativa de que con la consulta popular se acabará el problema de la inseguridad, y todos sabemos que no será así”, declaró Donoso.

En cuanto a las elecciones de alcaldes, con casi todas las mesas escrutadas, Pabel Muñoz se posiciona como nuevo alcalde de Quito, con un 25,2% de los votos, mientras que, dentro de Guayaquil, Aquiles Álvarez se alza como nueva autoridad, con un 39,74%.

Por ahora, el mandatario ecuatoriano y la población se mantienen a la espera de los resultados del referéndum, los cuales ponen en juego la agenda y el futuro de la gestión de Lasso, cuya aprobación va en descenso.