Desafiante, Bill Stepien, el director de campaña por la reelección de Donald Trump, profesaba su optimismo al mediodía de ayer. “Está vivo y coleando”, declaraba, recordando que muchos habían descartado prematuramente al candidato republicano en varios momentos desde las primarias presidenciales de 2016. Ello, mientras el gobernante, que la misma noche de las elecciones ya se había proclamado como ganador, se lanzaba con todo contra su rival, el demócrata Joe Biden, que veía aumentar su votación por el conteo del sufragio por correo. “¡Paren el fraude!”, “¡Cualquier voto que llegue después del día de las elecciones no será contado!”, “¡Ganaremos! America First!”, fueron algunos de los mensajes que subió a su cuenta de Twitter, los mismos que la red social objetó por ser “engañosos”.
Y es que la tarea de Trump para prolongar por otro cuatros años su permanencia en la Casa Blanca parecía ponerse cada hora más cuesta arriba. Al inicio del día, el Presidente suma 214 votos electorales, frente a los 253 de Biden, según la estimación del diario The New York Times. Es decir, el demócrata estaba a solo 17 votos de alcanzar la “cifra mágica” de 270 sufragios necesarios en el Colegio Electoral para ser elegido.
Pero el inconcluso conteo de los votos en cinco estados complotó para que los estadounidenses -y el resto del mundo- sumaran otro día de incertidumbre sobre los resultados tras las elecciones realizadas el martes en ese país.
Todas las miradas se centran en Nevada, Arizona, Georgia, Carolina del Norte y Pennsylvania. El miércoles todos daban por hecho que la carrera por la Casa Blanca se definiría ayer con el escrutinio final de Nevada. Ello, porque en la víspera algunos medios habían atribuido Arizona a Biden, estado que al repartir 11 votos electorales, dejaba al demócrata al borde de la elección al sumar 264 votos. Así, los seis votos que reparte Nevada habrían sido suficientes para dar la victoria a Biden.
Pero ayer todo cambió. La prensa local destacó que la cadena conservadora Fox News y la agencia de noticias The Associated Press habían proclamado a Biden ganador en Arizona basados en “resultados incompletos”. Así, la agencia France Presse situó a ese estado que tradicionalmente vota republicano como “incierto”, mientras que The New York Times y CNN lo mantuvieron en la categoría de “en disputa”.
Y eso era precisamente lo que ocurría ayer en Arizona. Con el 90% escrutado, Biden aparecía arriba con el 50,1% de los votos, frente al 48,5% de Trump. Si bien las autoridades locales han dicho que el conteo podría terminar hoy, la campaña de Trump envió a un equipo a Arizona para asegurar que se cuenten cientos de miles de votos por correo, según informó Bloomberg. Con todo, la jefa de campaña de Biden, Jennifer O’Malley Dillon, dijo creer que “ganarán el estado por miles de votos”.
En caso de hacerse con Arizona, Biden solo necesitaría Nevada. Según la última actualización del Times, con el 89% escrutado, el demócrata ha aumentado su ventaja sobre Trump en ese estado, donde ahora cuenta con 11.438 votos más que el republicano. Actualmente Trump cuenta con el 48,5% de los sufragios frente al 49,4% de Biden. Ayer, las autoridades del condado de Clark, en Nevada, informaron que se estaban preparando para contar unos 51.000 votos, si bien los datos serán actualizados hoy.
Ante la imposibilidad de conocer los resultados en Nevada, la atención ayer se centró en Georgia, que reparte 16 votos electorales. En este estado que tradicionalmente vota republicano se había contabilizado el 99% de los votos. Trump estuvo a la cabeza desde el martes, pero su margen se fue estrechando tanto, que a medianoche ambos candidatos marcaban 49,4% de los sufragios, según NBC News, lo que no hacía más que incrementar la incertidumbre sobre el conteo final en ese estado. Ahora, en la última entrega de resultados de hoy, Biden está a la cabeza en Georgia por 0,1%. Mañana sábado se dará a conocer el resultado final.
Ayer, la justicia desestimó una demanda interpuesta por la campaña de Trump precisamente en Georgia. El caso concernía a 53 votos en ausencia en el condado de Chatham. Fue descartado por un juez después de que los funcionarios electorales del condado de Savannah declararan que todas esas papeletas se habían recibido a tiempo. El mismo revés judicial tuvo ayer el equipo de Trump en Michigan y Filadelfia.
En Pennsylvania, con 20 votos electorales, Trump comenzó con una cómoda ventaja que se ha ido reduciendo con el paso de las horas. Ayer el Presidente adelantaba a su rival con 49,5% frente a 49,2%, escrutado el 95%. Aún quedaban por contar más de 366.000 votos, todos emitidos por correo, una modalidad preferida por los votantes demócratas, lo que según los medios estadounidenses puede revertir los resultados en el estado natal de Biden.
Si bien un fallo de la Corte Suprema permitía a las autoridades de Pennsylvania extender el conteo hasta hoy, Kathy Boockvar, secretaria del estado encargada entre otras tareas de las elecciones, indicó ayer que los resultados “definitivamente podrían” conocerse antes. Sin embargo, varios condados de Pennsylvania están optando por separar, pero no contar, las boletas por correo con matasellos del día de las elecciones que lleguen hasta hoy.
En Carolina del Norte, un estado tradicionalmente republicano, un 95% de los votos han sido contabilizados y están en juego 15 electores. Por el momento, Trump lleva la ventaja con 50% frente a 48,6% de Biden, con un margen de 76.737 votos. Pero aquí los sufragios por correspondencia enviados a más tardar el día de la elección -el martes 3 de noviembre- son aceptados si llegan en los nueve días siguientes, es decir, hasta el 12 de noviembre. Por lo tanto, este estado sería uno de los últimos en entregar sus resultados, no contando para una definición inminente de la justa entre Biden y Trump por el sillón de la Casa Blanca.
Además de estos cinco estados, también falta por conocer los resultados de Alaska, estado que reparte tres votos electorales. Con el 56% escrutado, Trump tiene allí el 62,9% de los votos, frente al 33% de Biden, con una diferencia de 51.382 votos.
En su tercera postulación a la Presidencia, Biden se mostró confiado en su victoria junto a su compañera de fórmula, Kamala Harris, e insistió en que los votantes sean pacientes y que el resultado se conocerá “muy pronto”.
“Seguimos sintiéndonos muy bien acerca de dónde están las cosas. No tenemos ninguna duda de que cuando termine el conteo, la senadora Harris y yo seremos los ganadores”, dijo el exvicepresidente de Barack Obama, desde su feudo en Wilmington, Delaware, sin aceptar preguntas de los periodistas.
Trump, por su parte, pasó el día en la Casa Blanca, atendiendo llamadas telefónicas y redoblando esfuerzos para sembrar dudas sobre el resultado de la contienda, según destacó The Associated Press. El Mandatario realizó una conferencia de prensa en la noche en la que señaló sin presentar evidencia que la elección estaba “arreglada” y que le estaban robando el triunfo. “Hay muchos litigios. Predije eso. Es un sistema corrupto”, indicó. El principal estratega de la campaña de Trump, Jason Miller, aseguró que el Mandatario “volverá a ganar”, estimando que hoy “estará claro”.
Sin embargo, ayer fue evidente el desmarque de sectores importantes del Partido Republicano respecto de las acusaciones de Donald Trump.
“Afirmar que has ganado los comicios es distinto que poner fin al conteo”, advirtió el recién reelecto líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell, mientras el senador por Florida, Marco Rubio, subrayaba que “tomarse días para contar los votos legalmente emitidos no es fraude”. A su turno, el representante republicano Adam Kinzinger señaló, aludiendo a la estrategia de Trump: “Detente. Detente por completo”.
Según France Presse, la táctica de Trump ha sido desde hace meses deslegitimar el voto por correo, que se estima en más de 63 millones y, en mayor porcentaje, para Biden. Seguidores de Trump se han manifestado a gritos frente a los centros de conteo para que el recuento prosiga en estados como Arizona, donde el presidente ha ganado terreno, pero que se detenga en otros como Michigan, donde ya se proyectó el triunfo de Biden.
Su campaña ha anunciado además demandas judiciales en Georgia, Michigan, Nevada y Pennsylvania, además de exigir un recuento en Wisconsin, donde Biden ganó por solo 20.000 votos.
Bob Bauer, un abogado del equipo de Biden, desestimó estas impugnaciones. “Todo esto está destinado a crear una gran nube”, dijo Bauer. “Pero no es una nube muy espesa. Vemos a través de ella. También los tribunales y los funcionarios electorales”, agregó.